El pesimismo nunca ha ganado ninguna batalla.
Dwight D. Eisenhower
¿Por qué he de ocultaros que el juego no es su único vicio? Parece que se ha inclinado por todos los placeres viciosos.
Ann Radcliffe
La indiferencia hace sabios, y la insensibilidad, monstruos.
Denis Diderot
Las buenas noticias pueden darse a cualquier hora, pero las malas hay que darlas por la mañana.
George Herbert
La ley nunca hará más libres a los hombres; son éstos los que deberían liberar a la ley.
Henry David Thoreau
El instinto de la mujer equivale a la sagacidad de los grandes hombres.
Honoré de Balzac
El que emplea muchas palabras para explicar algo, hace como la jibia: se esconde en su propia tinta.
John Ray
Nuestra felicidad eterna se está gestando ahora mismo en nosotros en la medida en que sabemos buscar la felicidad abiertos a Dios.
José Antonio Pagola
Cuadro es la Pampa en que el afán se encierra de gaucho, erguido en actitud briosa, sobre ese gran cansancio de la tierra; porque el bostezo de la Pampa verde es como una fatiga que reposa o es como una esperanza que se pierde...
José Santos Chocano
Es que a cierta edad hay una inmensa pared que a veces es preciso volver a saltar, desde tu corazón nuevamente...
León Gieco
los sacerdotes están a veces muy solos y necesitan de nuestro apoyo, cariño y oraciones. Es lo que les puede ayudar a mantenerse en santidad sacerdotal. Y si cometen un pecado tendrán, al igual que todos nosotros, que dar cuenta de él a Dios, pues todos tendremos que pagar por nuestras faltas.
María Vallejo-Nágera
Hay dos tipos de hombres -dijo Ka con tono pedagógico-. Los primeros, antes de enamorarse, tienen que saber cómo la mujer se come un bocadillo, cómo se peina, qué tonterías le preocupan, por qué se enfada con su padre y todas las historias y leyendas que se cuentan sobre ella. Los segundos, y yo soy de ésos, necesitan saber muy poco para poder enamorarse.
Orhan Pamuk
Ningún artista ve las cosas como son realmente; si así las ve, no es gran artista.
Oscar Wilde
Cuando un hombre dice que ha agotado la vida, se sobreentiende siempre que es la vida la que le ha agotado a él.
Habló el buey y dijo mu.
Proverbio
El orgullo y los halagos con frecuencia nublan nuestra razón.
Santiago Posteguillo