Me voy, pero volveré
Douglas MacArthur
Lo que hayas amado quedará, sólo cenizas el resto.
AgustÃn de Hipona
Si puedo traer alegrÃa en el mundo, si puedo conseguir que la gente deje de pensar en el dolor por un momento, o el hecho de la mañana por la mañana van a levantarse y decirle a su jefe 'fuera'... entonces voy a tener éxito.
Bobby McFerrin
La finalidad del castigo es asegurarse de que el culpable no reincidirá en el delito y lograr que los demás se abstengan de cometerlo.
Cesare Beccaria
El deseo es la desdicha del dichoso, una necesidad de lujo.
Emmanuel Lévinas
Casi siempre los celos se relacionan con la envidia. Pero la diferencia básica es que se siente envidia de lo que uno no tiene y celos de lo que uno tiene.
Fernando Savater
Como siempre, la consideración de su muerte lo serenaba tanto como lo turbaba la muerte de los demás. Tal vez porque, a fin de cuentas, su muerte era el final del mundo.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
El rumbo de la vida da tantas vueltas, y es tan confuso el viaje, que no me extrañará marearme cuando sea un anciano.
Gleb Gusev
Eras sà pero ahora suenas un poco a mÃ. Era sà pero ahora vengo un poco de ti.
Mario Benedetti
Para nacer he nacido, para encerrar el paso de cuanto se aproxima, de cuanto a mi pecho golpea como un nuevo corazón tembloroso.
Pablo Neruda
Lo real siempre va más allá de lo que podamos imaginar.
Paul Auster
Fue bueno! Fue realmente bueno. Ella es muy cool y está mucho más allá de sus años, lo que ayuda al personaje, definitivamente. Ella es una chica muy, muy madura, muy trabajadora. La primera vez que nos vimos, estaba fresca - tenÃa este tipo de conexión extraña al instante y me salgo de mi camino para ir con ella todo el tiempo, asà que realmente me gusta toda la pelÃcula.
Sterling Knight
Cuando un juez se sienta a juzgar al prójimo, debe sentir que una espada le apunta al corazón.
Talmud
¿Va a hacernos ricos a todos, señor Mustachen?
Terry Pratchett
Mal razona el que razona con un mal raciocinador.
Walter Savage Landor
Y cuando tú suspiras entre besos, escucho la blanca Belleza también suspirando por aquella hora cuando todo deberá consumirse cual rocÃo.
William Butler Yeats