Me gusta tomarme un Martini. Dos como mucho. Después del tercero estoy debajo de la mesa. Después del cuarto estoy debajo del anfitrión.
Dorothy Parker
Como los cántaros, cuanto más vacíos estan más ruido hacen.. así son ciertas personas vacías.
Alejandro Dumas
El silencio hace que hasta los necios parezcan sabios durante un minuto.
Carlos Ruiz Zafón
Como un campo, aunque sea fértil, no puede dar frutos si no se cultiva, así le sucede a nuestro espíritu sin el estudio.
Cicerón
Cuando carecemos de esperanza, vivimos llenos de deseos.
Dante Alighieri
Aceptarlo con sencillez es el mejor modo de dar las gracias por un buen favor recibido.
George MacDonald
Siento tal pasión por la soledad que no puedo soportar la idea de que otros duerman bajo mi mismo techo.
Guy de Maupassant
Obedecer..., camino seguro. - Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. - Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse.
Josemaría Escrivá de Balaguer
A los dioses, según dice una vieja superstición, no les gusta ver mortales demasiado felices. Lo que sí es seguro es que a algunos seres humanos no les gusta.
Lucy Montgomery
¿Y sabes qué otra cosa sentí, Valentín? Pero por un minuto, no más. - ¿Qué? Habla, pero quédate así, quietito...-Por un minuto sólo, me pareció que yo no estaba acá... Ni acá, ni afuera... - Me pareció que yo no estaba... Que estabas vos sólo. -O que yo no era yo. Que ahora yo... Eras vos.
Manuel Puig
Las pseudociencias son como las pesadillas: se desvanecen cuando se las examina a la luz de la ciencia.
Mario Bunge
Sol de invierno sobre un caballo la silueta helada.
Matsuo Basho
Según las cosas que a uno le proporcionen la felicidad, éstas conducirán a un juego en el que la suma siempre será cero: como una adicción, que requiere constantes dosis de adquisiciones y, a menudo que se tenga más de algo que los vecinos, nada de lo que se tiene importa demasiado.
Mihály Csíkszentmihályi
Tanto en la poesía como en la narración breve, es posible hablar de lugares comunes y de cosas usadas comúnmente con un lenguaje claro, y dotar a esos objetos, una silla, la cortina de una ventana, un tenedor, una piedra, un pendiente de mujer, con los atributos de lo inmenso, con un poder renovado.
Raymond Carver
El amor es un niño grande; las mujeres, su juguete.
Severo Catalina
Voy deprisa por el mundo llena de risa y de amor a todo el que me lo pide, risas y besos le doy.
Zenobia Camprubí Aymar