Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo.
Donald Woods Winnicott
Pintar a una mujer es poseerla.
Amedeo Modigliani
La felicidad nunca es triste ni alegre, es la felicidad.
Armand Salacrou
No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere.
Blaise Pascal
El alma libre es rara, pero la identificas fácilmente cuando la ves.
Charles Bukowski
¡Quién sabe a qué oscuridad de amor puede llegar el cariño!
Clarice Lispector
Si bien uno tiene que sincerarse demasiado en la literatura y escribir lo que está dentro de sus vivencias, de lo que padece y lo que goza, pienso que me han ajustado al norte por comodidad: para mí sólo se trata de una invención, porque no soy un escritor enteramente realista; hay una recreación en las atmósferas, pero no una precisión por captar el espíritu.
Daniel Sada
Mi gente, mi casa, mi poco de fe... Me llaman, me emplazan, me dicen... Volve.
Eladia Blázquez
La filosofía es una actividad que con discursos y razonamientos procura la vida feliz.
Epicuro
Tarsis.- Todo lo que es nauseabundo, y fétido, y sórdido, y abyecto, se resume en una palabra...¡Dios!
Fernando Arrabal
¡Oh bienaventurado, que sin ira, sin odio, en paz estás, sin amor ciego, con quien acá se muere y se suspira, y en eterna holganza y en sosiego vives y vivirás cuanto encendiere las almas del divino amor el fuego!
Garcilaso de la Vega
El Beni no será más canchón de nadie. He aceptado la candidatura para ganar.
Jessica Jordan
Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero, Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese.
José Saramago
Aunque el engaño sea detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, y el que vence a un enemigo por medio del engaño merece tantas alabanzas como el que lo logra por la fuerza.
Nicolás Maquiavelo
Yo honro con el nombre de virtud a la costumbre de realizar acciones penosas y útiles a los demás.
Stendhal
Quien pronuncie el veredicto no será un juez divino, puro y misericordioso, ni un sabio tribunal supremo que mire por el bien del Estado y la sociedad, ni un hombre santo y justo, sino un ser miserable destruido por el poder del Estado totalitario. Quien pronuncie el veredicto será un hombre que a su vez ha caído, se ha inclinado, ha tenido miedo y se ha sometido.
Vasili Grossman