Confío en todos los hombres pero desconfío del demonio que llevan dentro.
Donald Sutherland
Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre.
Aixa
Un electrón no es más (ni menos) hipotético que una estrella. Hoy en día, contamos los electrones de uno en uno con un contador Geiger, como contamos las estrellas de una en una en una placa fotográfica.
Arthur Stanley Eddington
Satisfaced las necesidades de la vida como la mariposa que liba la flor, sin destruir su fragancia ni su textura.
Buda Gautama
La educación emocionalmente inteligente enseña al niño a tolerar la frustración y a comprender y aceptar que los demás también tienen necesidades y derechos.
Elsa Punset
Es una gran felicidad ver a nuestros hijos alrededor de nosotros; pero de esta buena fortuna nacen las mayores amarguras del hombre.
Esquilo
Mis primeros recuerdos tienen que ver con la revolución y éstos influyeron el resto de mi vida. Comprendí que no había un México sino muchos Méxicos.
Fernando Benítez
El sufrimiento es alivio del dolor.
Francesco Petrarca
¡Son tan frívolas las mujeres! Un, traje bien cortado ejerce, ¡ay!, con demasiada frecuencia sobre ellas más atracción que una jugosa conversación. Hay que tomarlas tales como son.
Francis de Miomandre
Cuerpo que no le arma su corazón, las armas le esconden; más no le arman.
Francisco de Quevedo
Si alguien se vuelve para mirar tu traje, es que no vas bien vestido.
George Bryan Brummel Beau
La cortesía es en realidad la forma más eficaz de desprecio.
Heinrich Böll
Y las personas con obsesiones -reflexionó Bond- son ciegas ante el peligro. Incluso coqueteaban con él de una manera perversa.
Ian Fleming
Deseaba estar a solas con ella. Cuando todos se hubieran ido, cuando estuvieran solos él y ella en la habitación del hotel, entonces estarían juntos y a solas.
James Joyce
Florencia es una ciudad para las parejas casadas; Venecia, para los amantes; Turín, para los cónyuges adultos que ya no tiene nada que decir.
Pitigrilli
El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores.
Simón Bolívar