Dar es una medida del recuerdo.
Doménico Cieri Estrada
Te llegará una rosa cada día, augurándote tiempos de ventura; compañera total del alma mía, propietaria de toda la ternura.
Alberto Cortez
Se eternizó el instante, porque al verte sobre ti se volcó toda mi vida.
Alfonso Orantes
Es la valía personal moneda que tenemos que acuñar nosotros mismos pues recibe cada cual la estimación que a si mismo se concede.
Anónimo
Para sentirse, no ya seguros, sino esforzados y tranquilos en los caminos de la vida, es provechoso desear poco y esperar mucho menos.
Arturo Graf
Quien es considerado sabio de día, no será jamás considerado loco de noche.
Castruccio Castracani
No existen mujeres feas, sino mujeres vagas o No existen mujeres feas, sólo mujeres que no saben arreglarse.
Coco Chanel
La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía.
Ignacio Manuel Altamirano
Bienaventurados los que alcanzan la cima porque será cuesta abajo el resto del camino.
Joan Manuel Serrat
Se pasa de inocente a culpable en un segundo. El tiempo es así, torcazas que cantan en un árbol cansado.
Juan Gelman
De la mayoría de las publicaciones de arquitectura y de la prensa diaria, han desaparecido las palabras belleza, poesía, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento. Las palabras, serenidad, silencio, misterio, asombro, hechizo. Todas ellas muy queridas para mí.
Luis Barragán
La historia es también una secuencia de moral y estética surrealista. El instinto sexual y el sentido de la muerte forman su sustancia.
Luis Buñuel
Un país con gente con talento y educada es el verdadero superpoder. No es el país con decenas de miles de armas. Cambiemos nuestro concepto.
Malala Yousafzai
Hay perdones que circulan vacíos en busca de las culpas que están vacantes yo ya no sé si quedarme sin culpas o quedarme con los viejos perdones esos que pasan lejos del abismo porque ese riesgo es para los culpables.
Mario Benedetti
El sabio nada necesita.
Séneca
No está claro que la inteligencia tenga algún valor para la supervivencia a largo plazo.
Stephen Hawking