Pero un recién nacido no es un feto. - ¿No? Pues yo soy partera, he visto miles de recién nacidos y cientos de abortos, y no veo que se puedan establecer tantas diferencias.
Dolores Redondo
La conservación de una ciudad se encuentra en sus leyes.
Aristóteles
Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
Blaise Pascal
Prefiero ver a un joven ruborizarse, que palidecer.
Catón
Si no hay café para todos, no habrá para nadie.
Che Guevara
Vive el presente, recuerda el pasado y no temas el futuro, porque no existe, ni existirá jamás. Sólo existe el ahora.
Christopher Paolini
Cuando el reino es administrado con justicia y equidad, bastará su palabra para que le sea conferida la dignidad que merece; cuando el reino sea mal gobernado, y se produzca disturbios y sediciones, bastará su silencio para salvar su persona.
Confucio
Siempre y nunca, es tan largo el uno como el otro.
Elsa Triolet
El único amor perfecto en este mundo es aquel del padre por su hijo.
Enzo Ferrari
Entonces tiene lugar la expulsión de la bestia triunfante, es decir, de los vicios que predominan y suelen conculcar la parte divina; se purifica el ánimo de errores y se le adorna con virtudes, por amor de la belleza que se ve en la bondad y justicia natural, por deseo del placer que deriva de los frutos de ésta y por odio y temor a la fealdad y displacer contrarios.
Giordano Bruno
Muchas veces se ha dicho que la vida es un sueño, y no puedo desechar de mí esta idea.
Goethe
La verdad es libertad absoluta y como queremos ser íntegramente libres necesitamos saber la verdad total, como mencionamos recién, los archivos escondidos.
Juan Cabandié
Es valiente el que teme lo que debe temerse, y no teme lo que no debe temerse.
León Tolstói
Me disparo porque te quiero, pero si me quisiera a mí mismo, te dispararia a ti.
Marilyn Manson
En Madrid, jamás llegué a pisar la calle, porque cada vez que aparecía en la puerta del Hotel Ritz, una legión de caballeros arrojaban sus capas al suelo para que caminara sobre ellas, poniendo ante mí una alfombra que nunca se acababa.
Mata Hari
Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.
Platón