Todo el orgullo de un maestro son los alumnos, la germinación de las semillas sembradas.
Dmitri Mendeléyev
El arte es una rebelión contra el destino.
André Malraux
Habría que fundir al señor Rocca, pero no lo vamos a hacer. Su plan es la caída del salario.
Axel Kicillof
La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades -o de oportunidades- a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.
Daniel Goleman
El tranvía circula exclusivamente a la vista y participa del tráfico urbano; el ferrocarril metropolitano circula por túneles realizados exclusivamente para ellos a para los ferrocarriles subterráneos con instalaciones de seguridad adicionales, así como por vías independientes a la altura de las calles.
Ernst Neufert
La superstición es la poesía de las gentes sencillas y posee también algo de fascinante.
Herta Müller
A menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción; ésos que se menean con nuestros gestos, echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Joan Manuel Serrat
Nadie vino a decirme: Tú llegarás a Papa, Si me lo hubieran dicho, habría estudiado más, me habría preparado.
Juan Pablo I
No hay nada peor que un adjetivo del año anterior.
Margaret Atwood
Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
Marguerite Yourcenar
Cada día el sol ilumina un mundo nuevo.
Paulo Coelho
Un hombre puede cometer muchos errores pequeños. Y no tiene importancia. Pero si los errores son grandes y pesan sobre su vida, lo único que puede hacer es no tomarse en serio. Sólo así evita sufrir. El sufrimiento prolongado puede ser mortal.
Pedro Juan Gutiérrez
El trabajo del arquitecto de hoy es crear hermosos edificios. Eso es todo.
Philip Johnson
Colocada sobre mi tocador, esa rosa blanca como la nieve es un mensaje personal para mí. Habla de asuntos inconclusos. Susurra: Puedo encontrarte. Puedo alcanzarte. Quizá te estoy observando justo ahora.
Suzanne Collins
El barco era una ballena agonizante que se retorcía en medio del oleaje.
Takiji Kobayashi
La filosofía no es más que pan duro; por más sano que sea, los hombres no se alimentan con él. Necesitan el manjar suculento y la copa excitante de la religión.
Walter Savage Landor