Todo en la vida es una apuesta, una pelota pega en el poste y se va afuera o es gol. ¿De qué depende el resultado?, del destino por supuesto, y del efecto que se le imprima a la pelota al golpearla.
Diego Luna
Lo profundo, visto en profundidad, es superficie.
Antonio Porchia
La vida misma es la voluntad de dominar.
Friedrich Nietzsche
Un pedazo de pan es más precioso para el hombre que una montaña de diamantes y oro, Amén.
Grigori Rasputín
En el gran ejército de las letras, los críticos son los centinelas, apostados en los rincones de periódicos y revistas, para echar el alto a todo autor novel.
Henry Wadsworth Longfellow
Pon en mi soledad los pies ligeros de tus dichas.
Jacobo Fijman
El amor es una esclavitud rehabilitada.
Jean Dolent
Al cabo de seis horas pedaleando al límite, se siente paz.
Lance Armstrong
No hay cambio político posible si creemos que se trata de pelear contra nuestros contrincantes. Eso no tiene nada que ver con un posible orden amoroso a favor de las comunidades. Las peleas y las luchas políticas no le sirven a nadie, salvo a quien necesite alimentarse de alguna batalla puntual o a quienes anhelan detentar más poder para salvarse.
Laura Gutman
Si los españoles hablásemos sólo de lo que sabemos, se generaría un inmenso silencio, que podríamos aprovechar para el estudio.
Manuel Azaña
La igualdad de género tiene que ser una realidad vivida.
Michelle Bachelet
Al fin y al cabo, ¿qué es la guita? La guita no tiene dueño y pasa de mano en mano. Para mí es un asunto fundamental hasta que se firma el contrato. Después se acaba el tema del dinero y lo único que me importa es pelear de tal manera que nunca pueda sentir vergüenza de mí mismo.
Oscar Bonavena
Sentido común lo puede tener cualquiera, con tal que no posea imaginación.
Oscar Wilde
La lectura de todo buen libro es como una conversación con los hombres que lo han escrito, los más dignos de las edades pasadas; una conversación selecta, en la cual no nos descubren sino sus mejores pensamientos.
René Descartes
La inconstancia acorta los días de nuestra vida.
Séneca
Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia.
Simón Bolívar