La multitud no disimula, ni perdona, ni compadece.
Diego de Saavedra Fajardo
Cuanto más llenas estén las calles, más terroristas tendremos en las cárceles en lugar de hacerse llamar presidente, ministro, congresista.
Alex Pimentel
Para acabar con la insurrección en Cuba sólo hacen falta tres balas, una para Martí, otra para Maceo y otra para Gómez.
Antonio Cánovas del Castillo
Cuando los hombres, atizados por la superstición, comienzan a disputar, y ambos bandos cuentan con el apoyo de los magistrados, es imposible que se apacigüen, sino que es inevitable que se dividan en sectas.
Baruch Spinoza
El producto de la imaginación científica es una nueva visión de las relaciones - como el de la imaginación artística.
Edmund Wilson
Todos tenemos un lado oscuro, así que es necesaria una lucha contínua para hacer lo correcto. El lado luminoso es compasión y preocupación por los demás. El lado oscuro es codicia y egoísmo.
George Lucas
Pienso que hay tantos cristianos que merecerían ser judíos.
Jean Jaurès
No se debe contar nunca con la aprobación de los hombres; hoy erigen arcos de triunfo, y mañana condenan al destierro a la misma persona y por idénticos motivos.
Johann Gottfried Seume
Jamás he estudiado ajedrez. Sólo estudio ajedrez cuando juego una partida.
José Raúl Capablanca
Cambiamos al país o moriré en el intento.
Lucio Gutiérrez
Tengo una boca y no tengo miedo de usarla.
Megan Fox
Pero ¿las oraciones no nos acercan a Dios? - Te respondo con otra pregunta. ¿Todas esas oraciones que dices harán que el sol salga mañana? Por supuesto que no: el sol nace porque obedece a una ley universal. Dios está cerca de nosotros, independientemente de las oraciones que digamos.
Paulo Coelho
El más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud.
Platón
Las mujeres están dominando en la música ahora mismo, porque somos seres muy competitivos.
Rihanna
Confort no es una prueba de la verdad, por el contrario, la verdad está a menudo muy lejos de ser confortable.
Swami Vivekananda
Los padres, o por tener más experiencia que los hijos, o por ser hechura suya y conocer sus inclinaciones, o por haberlos criado y conocer de qué pie cojean, o por el amor entrañable que les tienen, son algo profetas de los bienes o de los males de los hijos.
Vicente Espinel