Sí, Londres, ya sabes: pastel de riñones, taza de té, mala comida, peor clima y esa Mary Poppins de los cojones... Londres.
Dennis Farina
El sol de los vivos ya no calienta a los muertos.
Alphonse de Lamartine
Fe y seguimiento de Cristo están estrechamente relacionados.
Benedicto XVI
La decisión mayoritaria no resuelve la cuestión de las bases éticas del derecho y de las cosas irrevocablemente justas.
Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado... El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.
Dulce María Loynaz
Miente como un libro. Y él lee muchos libros.
Elfriede Jelinek
Te consta que mientes al decir que yo te he matado, y te consta también que tanto podré olvidarte como olvidar mi propia existencia.
Emily Brontë
A pesar de todas las expectativas, el tiempo de mi última campaña y de mi muerte está cerca. Quiero morir en casa. No dejes que mi fin te desarme, y en ningún caso lloréis por mí, no sea que el enemigo se advierta de mi muerte.
Gengis Kan
Con mi marido, hemos escuchado los mismos discos durante 20 años. Brahms y Schumann. Estaba cansada. Cuando lo pienso... Mis hijos se han ido, mi marido me dejó, mi madre murió, yo soy libre. Una libertad total. Nunca había experimentado eso. Es extraordinario.
Isabelle Huppert
Es sorprendente que la cantidad de noticias que ocurren en el mundo todos los días siempre quepan exactamente en el periódico.
Jerry Seinfeld
Si quieres ser tratado con dignidad, demuestra ser responsable, justo y digno.
Kalimán
Me llama la atención la energía que pone mucha gente en denostar la tecnología. ¿Para qué? Ya llegó, está aquí, usémosla en lo que nos conviene y listo, qué tanto perder el tiempo hablando de la vieja máquina de escribir.
María Elena Walsh
Con Biblia, Talmud, Corán y Tora siempre habrá un Dios para apoyar la guerra.
Mario Benedetti
Llamame Don Diego, o Don Nadie.
Rapsusklei
Las figuras son los cauces de la expresión oral, como los gestos lo son de la expresión facial.
Ricardo García Damborenea
Saludó al mar con los ojos, y su corazón se llenó de alegría al contemplarse tan cerca de Venecia.
Thomas Mann