Cuando una batalla está perdida, sólo los que han huido pueden combatir en otra.
Demóstenes
Es el amordeseo de un contento que nunca llega a su dichoso estado; si no es fino, no hay gusto en su cuidado; si es fino, todo es pena y sentimiento.
Agustín Moreto
Aún no es vino, y ya es vinagre.
Fernán Caballero
Nuestra misión histórica, para nosotros que hemos tomado la decisión de romper las riendas del colonialismo, es ordenar todas las rebeldías, todos los actos desesperados, todas las tentativas abortadas o ahogadas en sangre.
Frantz Fanon
Es la voluntad, la que hace al hombre grande o pequeño.
Friedrich Schiller
Un hombre no es nunca el mismo por mucho tiempo. Está continuamente cambiando.
George Gurdjieff
Detrás de ese balcón duerme mi amada soñando sus quimeras con rubor, mientras que mi alma enamorada llora por la ausencia de su amor.
Guillermo González Camarena
Los católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios.
Heinrich Böll
Escribo no para enseñar, sino para instruirme.
Jean Dolent
El temor es un interés que se paga por una deuda que no tienes.
John Maxwell
El ajedrez se trata de un duelo de un hombre contra otro, donde lo que es la personalidad del hombre queda comprometida. Cada jugador lucha contra su enemigo interior que es su torpeza o sus hallazgos.
Juan José Arreola
No tenemos cura, gracias a Dios.
Juan Manuel Sánchez Gordillo
Dios libra de la angustia al justo, y en su lugar pone al malvado.
Salomón
Afectos y bellezas he perdido que serán intensos recuerdos cuando la edad ciegue mis ojos.
Samuel Taylor Coleridge
Un cambio, sea cual sea, influencia siempre todas las acciones, todas las relaciones entre todas las existencias. La satisfacción o la insatisfacción de una persona influencian a todas las demás personas. Nuestras acciones personales y las de los demás están en relación de interdependencia.
Taisen Deshimaru
La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.
Winston Churchill