Quien procede injustamente es más desgraciado que la víctima de su injusticia.
Demócrito
Yo observo la historia de los tesoros que ustedes encontraron. ¡Veo la continuación! Mi sabiduría es tan despreciada como el caos. ¿Qué es mi nada, frente al estupor que les espera a ustedes?
Arthur Rimbaud
Es como hacer un examen final de cinco horas.
Bobby Fischer
Deseo que la Unesco legisle para todos los planetas.
Carmen Calvo Poyato
La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre de vivir.
César González-Ruano
Quiero un chico malo en el público, ¡y un gatito en casa!
Christina Aguilera
Y si ves con mis ojos y si tanto entendés, cómo no viste en ellos, cómo cómo no viste, no miraste, un pequeño animal que pedía aire, que ardía, se asfixiaba, se moría.
Idea Vilariño
Los dolores de cabeza son como los propositos, te olvidas de ellos después de haberlos tenido.
Janet Leigh
Al contrario de lo que me ocurre con muchos políticos actuales, a quienes me resulta imposible respetar, yo respeto a los soldados, porque ellos son conscientes de las consecuencias de lo que hacen.
John Berger
No hay ninguna desnudez comparable a lo que uno siente cuando está desnudo ante alguien por primera vez.
John Irving
Los amores de la chinesca tarde fenecieron nublados en la música azul.
José María Eguren
Aunque el estar divididas niegue a mi amor otras palmas, mientras se abrazan dos almas no hay ausencia entre dos vidas.
Juan Pérez de Montalbán
Mi madre a menudo me hablaba acerca de la vida de los cosacos zaporogos, acerca de sus comunas libres en los tiempos pasados... Pero nunca imaginé que llegaría el día en el cual iba a sentirme su heredero.
Néstor Majnó
Nuestros enemigos habían copiado nuestros métodos y, como se perfeccionaron rápidamente en este tipo de guerra, nos convertimos paulatinamente en receptores del ataque y fuimos dejando de ser los agresores.
Otto Hahn
Entre sonrisas y abrazos.
Patxi López
Las instituciones tenderán a educar y a emplear bien a todos y a cada uno, según sus energías físicas y morales; de manera de desarrollar desde los primeros años a ambas; a tener el cuerpo y el espíritu en el mejor estado de salud con alegre disposición, a fin de que la vida se prolongue y la felicidad dure hasta el último extremo concedido a la humanidad.
Robert Owen