Frase de Demetrio de Falero

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Los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados.... - Demetrio de Falero

Los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados.

Demetrio de Falero

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Ni el que obedece con ceño da muestra de mucho amor; ni el que manda con rigor obliga a ser muy querido.

Alonso de Barros

Lo que no está claro no es francés.

Antoine de Rivarol

Schumacher fue un idiota en Hungría.

Eddie Irvine

Hasta en la temporada en que la naturaleza se muestra más avara de sus riquezas, el arroyo nos encanta por su nuevo aspecto.

Élisée Reclus

- ¿Adónde? - Adónde vuelas, arriba adónde escapas; por dónde va tu carne sin vista ya y sin tacto; sin calor, viva, pura, eternidad latiendo cielo ya toda y árbol.

Emilio Prados

Si puedo evitar que un corazón sufra, no viviré en vano; si puedo aliviar el dolor en una vida, o sanar una herida o ayudar a un petirrojo desmayado a encontrar su nido, no viviré en vano.

Emily Dickinson

La conciencia es un santuario sagrado donde sólo Dios puede entrar como juez.

Félicité Robert de Lamennais

Los seres humanos tienen a veces más ponzoña que las serpientes.

John Steinbeck

Es un gran muchacho; odia de la misma manera en que yo lo hago.

Joseph P. Kennedy

El bien debe estar siempre a la moda.

Juan Valera

La comprensión mutua sería enormemente facilitada por el uso de una lengua universal.

Nikola Tesla

Enviar una carta es una excelente manera de trasladarse a otra parte sin mover nada, salvo el corazón.

Petronio

La virtud está en hacer beneficios que sin duda no van a ser correspondidos.

Séneca

No, no uso un iPod. Tampoco mis hijos. Mis hijos, en muchos aspectos, están tan malcriados como muchos otros niños, pero al menos en esto he lavado su cerebro: No uséis Google y no uséis un iPod.

Steve Ballmer

Perdonar no es padecer amnesia; es recordar sin dolor, y eso se logra con un trabajo interior serio y sostenido y no por decreto.

Walter Riso