Disciplina viene de la palabra discípulo. Cuando tienes autodisciplina, simplemente has decidido ser tu propio discípulo.
David Valois
El que no es sabio es necio, y entre los necios no hay diferencias.
Almudena Grandes
Si lo hubiera hecho por dinero (refiriéndose a su hermano)... se lo hubiera perdonado.
Andrés Calamaro
Una sombra más leve y más sencilla, que nace de tus piernas, se adelanta para anunciar el último, el más puro milagro de la luz: tú contra el alba.
Ángel González
Cualquier consumidor inteligente sabe lo que significa una garantía: que, pase lo que pase, no está cubierto.
Anónimo
Felices los que viven con la vista agachada hacia la tierra, porque van deleitando sus ojos en el paisaje, porque un día han de llegar, sin saber que van a la linea donde se pierde el horizonte y no sabrán que han llegado.
Armando Moock
Los obeliscos de la Luna hablarán un día, y destrozarán la voz del hombre.
Benjamín Solari Parravicini
El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo.
Emily Brontë
Afirmar que los comunistas son orcos es casi tan estúpido como afirmar que los orcos son comunistas.
J. R. R. Tolkien
El mar es como un tronco en llamas, siempre fascinante de mirar.
Jack Kerouac
De no estar tú, demasiado enorme sería el bosque.
Kobayashi Issa
Es imposible sentirnos realizados comparándonos con alguien más o haciendo las cosas para imitar o competir con otras personas.
Lucas Leys
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.
Pío Baroja
La esperanza es una felicidad por sí misma, y la mayor que el mundo puede darnos.
Samuel Johnson
Ser anarquista sólo significa que usted cree que la agresión no se justifica, y que los Estados emplean necesariamente la agresión. Y, por tanto, los Estados, y la agresión que necesariamente utilizan, no están justificados. Es muy sencillo, de verdad. Es una ética, por lo que no es de extrañar que confunda a los utilitarios.
Stephan Kinsella
No te apartes de mí, ven cada día a hacerme triste, a hacerme hombre, hijo tuyo... Visítame.
Vicente Gaos