Porque lo que nos hiere no son las personas, sino ver destrozados nuestros ideales, y eso nos hace añicos.
David Trueba
Existen sólo dos instrumentos peores que un clarinete: dos clarinetes.
Ambrose Bierce
El medio mejor de ganarse la voluntad de los demás es el pedirles favores.
Charles Chincholle
La vida nunca nos depara lo que queremos en el momento apropiado. Las aventuras ocurren, pero no puntualmente.
Edward Morgan Forster
La sencillez es el sello de la verdad.
Herman Boerhaave
Un corazón correspondido es un grito de caricias, canciones y poemas.
Jenniley Bonilla
La vida larga es prisión luenga, retablo de duelos, soledad de amigos, vergüenza de haber vivido y temor de no vivir.
Juan Rulfo
La Fórmula 1 sería un paraíso sin la prensa.
Kimi Räikkönen
No es solamente el ejercicio de un derecho, no es solamente el cumplimiento de un deber cívico; es algo más, es la imperiosa exigencia de nuestra dignidad ultrajada, de nuestra personalidad abatida; es algo más todavía, señores: es el grito de ultratumba, es; la voz alzada de nuestros beneméritos mayores que nos piden cuenta del sagrado testamento cuyo cumplimiento nos encomendaron!.
Leandro Alem
Nada me ha engañado tanto como mi sinceridad.
Luis Rosales
Mi lucha por la existencia consiste en que a la hora del desayuno sea mucho más importante el aroma del café que las catástrofes que leo en el periódico abierto junto a las tostadas.
Manuel Vicent
Hoy en día se utiliza la música como acompañamiento de su dirección.
Oscar Levant
Veo las faltas de la Iglesia como las de mi madre.
Papa Francisco
No hay pensador, -hablo de los auténticos, limpios de popularidad- cuya obra no haya sido negación y duda. Los que suspendidos en el vacío de la duda avanzan sin caer, son los que tienen alas: con ellas pasarán sobre la sima, y subirán hacia la luz de las tinieblas.
Rafael Barrett
Siempre eran las mujeres quienes elegían, pensó él, y el papel de los hombres era dar gracias al cielo por su suerte.
Salman Rushdie
El Estado se extingue cada vez que hay una secesión individual de la sociedad estatista y se va a la contra-economía.
Samuel Edward Konkin III