Si eres un adolescente, he aquí la clave para no ser un gilipollas del todo ni un buen chico del todo: no seas nadie. Resulta más fácil de lo que piensas.
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias.