Para ser perfecto, hay que igualar la compasión con la libertad.
David Carradine
¡Oh, dulce nombre de la libertad!
Cicerón
Nota: Voto de Cornelio Saavedra en el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810
Cornelio Saavedra
La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente, quien, aunque otra cosa crea él, no siempre está asistido por serios aparatos de consejeros.
Francisco Ayala
Los hábitos intemperantes o desordenados del genio no hacen al genio.
Gil Bejes Sampao
No me interesa si gusto o no... lo que pretendo es que me respeten como ser humano.
Jackie Robinson
Tener derecho, pues, es tener algo cuya posesión debe garantizar la sociedad.
John Stuart Mill
En las presas yo divido lo cogido por igual; sólo quiero por riqueza la belleza sin rival.
José de Espronceda
De todos los seres humanos que he conocido, Federico García Lorca fue el mejor. No me refiero a sus obras de teatro ni a su poesía, sino a él como persona. Él era su obra maestra.
Luis Buñuel
La mayoría de la gente mantiene una olla de ira a fuego lento.
Max Lucado
Vaya, pues sí que viven bien los maestros. Si fuera humano me gustaría ser como él, maestro de escuela. Uno puede dormirse cuando quiere y, aun así, siguen considerándote un buen maestro. Así que no le veo yo problema a ser maestro y gato a la vez.
Natsume Sōseki
-Epitafio- Por fin ya no me vuelvo más y más estúpido.
Paul Erdős
No puede haber política sanitaria sin política social.
Ramón Carrillo
De Kandinsky me interesan el color y el movimiento; hace el color del movimiento.
Raul Soldi
No hay nada malo en querer un pago por el trabajo o en buscar maximizar los ingresos personales, siempre y cuando no se utilicen medios que sean destructivos. Pero los medios habituales en el campo del software hoy en día se basan en la destrucción.
Richard Stallman
El ser humano no tiene un destino, sino que el sujeto del destino es como tal indeterminable. Puede el juez ver destino donde quiera; al castigar, lo dicta ciegamente. Y aunque el hombre no queda afectado por esto, sí se afecta la mera vida en él, que, en virtud de la luz, participa en la culpa natural como participa en la desdicha.
Walter Benjamin