Desde la partida de buenos artistas pasados de moda de la reaparición de alguien que quiere ser un artista se ha convertido por desgracia en un sinónimo de campamento. No creo que soy campista que cualquier otra persona que se sentía como en casa en el escenario, y se sentía más a gusto en el escenario de lo que hizo fuera del escenario.