A lo largo de los años, cuando veÃa que los jugadores se retiraban y les preguntaban al respecto, siempre decÃan que uno sabe cuando está preparado y creo que sé que lo estoy.
David Beckham
La mujer que no está enamorada se aburre siempre, en su casa, en los salones y en el teatro.
Alfred de Musset
A quien solicita vuestra ayuda para levantarse, no rehuséis tenderle vuestra mano.
Arturo Graf
Los cristianos que más hicieron por el mundo presente fueron precisamente aquellos que pensaron más en el venidero. Fue a partir de que los cristianos comenzaron a pensar menos en el otro mundo que se hicieron más ineficaces en éste. Apunta al cielo y también le darás a la tierra; apunta a la tierra y no le darás a ninguno.
C. S. Lewis
Si quieres saber quienes son tus amigos, haz que te metan en la cárcel.
Charles Bukowski
Los libros son más tranquilos y constantes que los amigos, más accesibles y sabios que los consejeros y más pacientes que los docentes.
Charles William Eliot
A la cima de una montaña se puede llegar por varios caminos. Unos son más fáciles que otros. Pero nadie va por todos a la vez. Primero se seleccionan y se prueban.
Edward De Bono
Las muchachas grandes necesitan diamantes grandes.
Elizabeth Taylor
Sólo la realidad tiene derecho a ser inverosÃmil. El arte, nunca. He aquà por qué el arte no debe confundirse con la vida.
Émile Verhaeren
Una cultura que vive de espaldas a la muerte pierde densidad y, sobre todo, escamotea una de las dimensiones esenciales de la vida humana.
Enrique Rojas
Creer significa liberar en sà mismo lo indestructible o mejor: liberarse o mejor aún: ser indestructible o mejor aún: ser.
Franz Kafka
Mucha gente va a tratarte como un niño, asà que deberÃas actuar como uno y arrojar tu televisor por la ventana del hotel.
Gerard Way
Somos libres porque lo somos, no porque un individuo consiente en que lo seamos mientras a él le agrade.
Juan Montalvo
No creo que los niños sean felices hoy en dÃa. En mi época quemábamos gatos con napalm. Éramos simples.
Roberto Fontanarrosa
Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa.
Vicente Gaos
Cuando el impulso de jugar repentinamente invade a un adulto, esto no significa recaÃda en la infancia. Por supuesto jugar siempre supone una liberación. Al jugar los niños, rodeados de un mundo de gigantes, crean uno pequeño que es el adecuado para ellos; en cambio el adulto, rodeado por la amenaza de lo real, le quita horror al mundo haciendo de él una copia reducida.
Walter Benjamin