Respecto a mi país, todos acabamos un poco decepcionados. Se hizo un buen trabajo, pero las cosas no salieron como esperábamos. Agradezco a Capello que me diera la oportunidad de estar allí y vivir el torneo con mis compañeros.
David Beckham
Los hombres verdaderamente viriles aman el choque de los espíritus, como los héroes amaban el choque de las espadas.
André Maurois
La mujer marca el camino.
Andreu Buenafuente
En la vida, todo posee su vertiente positiva.
Banana Yoshimoto
Siempre he dicho que el ocio ablanda el espíritu. Hay que mantener el cerebro ocupado. Y si no se tiene cerebro, al menos las manos.
Carlos Ruiz Zafón
Las nociones convencionales de un enamorado no pueden ser ciertas siempre.
Charles Dickens
Tan natural es morir como nacer; y para un niño quizá resulte tan penoso lo uno como lo otro.
Francis Bacon
El poder arbitrario constituye una tentación natural para un príncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo, o la vanidad para la mujer.
Jonathan Swift
Los malos tienen dos maneras de hacer daño: haciendo el mal y haciendo el bien.
Joseph Roux
Flotó un silencio apenas turbado por distante bisbiseo de latines. El grupo que jinete y cabalgadura formaban, parecía una brusca coagulación de bronce. Una nube pálida subió al rostro del paisano. Sobre su frente la brisa desordenaba algunas mechas. Su brazo permaneció inmóvil todavía un instante...
Leopoldo Lugones
La institución monárquica será tanto más fuerte cuanto más se encuentren personas apropiadas para ello. Eso es lo que les obliga a ellos a mantener una moral exquisita y una presentación siempre adecuada, cosa que yo creo que está haciendo y hace la Familia Real española.
Manuel Fraga Iribarne
La Compañía de Jesús y la República de Chile son las dos grandes hazañas del pueblo vascongado.
Miguel de Unamuno
Manos blancas no ofenden.
Proverbio
No hay psicología; sólo hay biografía y autobiografía.
Thomas Szasz
El niño conoce instintivamente a su amigo y a su enemigo.
Walter Scott
Si tuviésemos que relegar a cada hombre que hubiese cometido un error, probablemente no quedarían hombres de valía.
Yamamoto Tsunetomo