Jay-Z es alguien que me gusta escuchar. Me encantan las Spice Girls, ¡por su puesto!
David Beckham
Las madres perdonan siempre: han venido al mundo para eso.
Alejandro Dumas
La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad.
Arturo Pérez-Reverte
El número de malhechores no autoriza el crimen.
Charles Dickens
Casi cualquier modelo propuesto para un cambio puede estimular la reflexión sobre temas en los que es necesario pensar. Puede que esto sea más importante que el modelo propuesto.
Edward De Bono
Hideyoshi, que ahora era comandante del castillo de Yokoyama, había pasado el verano en las frías montañas al norte de Omi. Dicen los soldados que, para un luchador, la inactividad es más dura que el campo de batalla. La disciplina no puede descuidarse ni un solo día.
Eiji Yoshikawa
Wall Street es una abstracción.
Fernand Léger
Dichoso el que se mide, Felipe, y de la vida el gozo bueno a sí solo se pide, y mira como ajeno aquello que no está dentro en su seno.
Fray Luis de León
El valor es aguantar el miedo un minuto más.
George Patton
La diplomacia: el arte de limitar el poder.
Henry Kissinger
Si no tenemos policías, jueces, abogados, fiscales, honestos, valerosos y eficientes; si se rinden al crimen y a la corrupción, están condenando al país a la ignominia más desesperante y atroz.
Javier Sicilia
Desbordada, Nuestra César no se detiene en su obstinación por acumular errores. Y de hablarse, más que todos, encima. Cotidianamente.
Jorge Asís
Señor jefe de prensa de Don Florentino.
José María García
El aumento del número de personas que se aglutinan en un único grupo cultural, en conjunción con el perfeccionamiento de los medios tecnológicos para manipular a la opinión pública, conducen a una uniformización de las opiniones que no ha existido en ningún momento anterior de la historia de la humanidad.
Konrad Lorenz
Las comidas sabrosas no lo son por sí mismas. Los alimentos no son deliciosos a menos que uno lo crea así. Aunque la mayoría de la gente cree que las carnes de vaca y pollo son deliciosas, a una persona que por razones físicas o espirituales ha decidido que no le gustan, le parecerán repugnantes.
Masanobu Fukuoka
Yo no comprendo nada. No tan sólo tus manos son un puro milagro. Un traspiés, un olvido, y acaso fueras mosca, lechuga, cocodrilo. Y después... Esa estrella. No preguntes. ¡Misterio! El silencio.
Oliverio Girondo