Bueno es el dominio del amor, ya que aparta el entendimiento de sus siervos de todas las cosas viles; nada bueno es el dominio del amor, pues cuanta más fe se le tiene, más graves y dolorosos extremos hace pasar.
Dante Alighieri
Cuanto menos se tiene más importante es tu voto. Los votos construyen hospitales. Con la indiferencia no se construye nada.
Alfredo Pérez Rubalcaba
El pasado no registrado no es más que nuestro viejo amigo, ese árbol del bosque primitivo que cayó sin ser oído.
Barbara Tuchman
Nada en esta cochina vida vale dos duros si no tienes alguien con quien compartirlo.
Carlos Ruiz Zafón
En el dolor hay tanta sabiduría como en el placer; ambas son las dos grandes fuerzas conservadoras de la especie.
Friedrich Nietzsche
¡Oh bienaventurado, que sin ira, sin odio, en paz estás, sin amor ciego, con quien acá se muere y se suspira, y en eterna holganza y en sosiego vives y vivirás cuanto encendiere las almas del divino amor el fuego!
Garcilaso de la Vega
La mente no tiene sexo.
George Sand
Y mientras tanto el sol se muere, y no parece importarnos... Mientras te quiero el sol se apaga.
Indio Solari
Aunque el orgullo no es una virtud, es padre de muchas virtudes.
John Churton Collins
Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.
Julián Marías
Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza.
Laurence Sterne
Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza: esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así.
Manuel Belgrano
¡Mal haya el que primero se caso, y luego el segundo, y también el tercero, y el cuarto, y cuantos que le siguieron!
Menandro
La característica extraordinaria de las leyes de la física es que se aplican en todos lados, sea que tú elijas o no creer en ellas.
Neil DeGrasse Tyson
La perfección es obsesiva. Y eso es un defecto.
Roberto Fontanarrosa
Inexplicable angustia, hondo dolor del alma, recuerdo que no muere, deseo que no acaba.
Rosalía de Castro