Aristóteles es el maestro de los que saben.
Dante Alighieri
Las naciones salvajes y furiosas, que les gusta la guerra, adoran, bajo nombres diversos, a algún dios, conforme a sus ideas, es decir, cruel, carnívoro y egoísta.
Barón de Holbach
Feliz aquel que fue joven en su juventud, feliz aquel que supo madurar a tiempo.
Edmund Burke
Hay que pintar lo que se ve.
Édouard Manet
Aceptarnos tal como somos: la única forma de evitar la amargura. En cuanto "nos negamos", en lugar de pagarlo con nosotros mismos, lo pagamos con los demás, y ya sólo segregamos hiel.
Emil Cioran
Sangra tanto el corazón del que pide, que hay que correr y dar, sin esperar.
Eva Perón
Dios, aunque invisible, tiene siempre una mano tendida para levantar por un extremo la carga que abruma al pobre.
Gustavo Adolfo Bécquer
Bienaventurados los que aman porque tienen a su alcance más de un cincuenta por ciento de un gran romance.
Joan Manuel Serrat
Al fin y al cabo ésa era otra de las labores de los médicos: rebasar las fronteras de lo que se sabía para poder aumentar los límites del conocimiento. Aunque eso supusiese un riesgo.
Juan Gómez-Jurado
Te estoy diciendo que los hombres como tú sólo traéis desgracias. En cuanto a lo que me preguntas, te responderé que a mí me enseñaron a no juzgar a los hombres por dónde han nacido ni por el Dios al que rezan ni por lo que saben. Les juzgo por lo que llevan en el corazón, y no me gusta lo que hay en el tuyo.
Julia Navarro
Pensaba que la poesía alimentaba el amor.
Keira Knightley
La verdadera riqueza de un hombre está en la bondad que hace en el mundo.
Mahoma
Lo que hoy se hace bajo el nombre de arte es pura impotencia y mentira.
Oswald Spengler
Hay más problemólogos que solucionólogos.
Quino
Y al lado del instinto de supervivencia, al lado de la fuerza hipnótica de las grandes ideas, trabaja también una tercera fuerza: el terror ante la violencia ilimitada de un Estado poderoso que utiliza el asesinato como medio cotidiano para gobernar.
Vasili Grossman
Es más bien malo ser siempre perfecto en todas las cosas, porque entonces se tiene tendencia a olvidar que podemos cometer errores.
Yamamoto Tsunetomo