Bien merece el mortal que se lamenta, corriendo tras de cosa que no dura, la suerte que en la vida lo atormenta.
Dante Alighieri
El capitalismo es el sistema. La democracia actual es una forma de organizarse dentro del sistema. En el capitalismo es donde está el gran problema. La voracidad de esa bestia es infinita.
El Gran Wyoming
Las grandes empresas se basan en grandes productos.
Elon Musk
En todas las tierras el sol sale al amanecer.
George Herbert
Las heces amargas de la fortuna se pierden en el drenaje.
Homero
Hace tiempo que nos despedimos de las consignas nebulosas de la autodeterminación y no hay necesidad de restablecerlas.
Iósif Stalin
Los Ángeles contaba con la red de ferrocarriles urbanos más grande del mundo (1.800 km de vías) hasta que un grupo liderado por General Motors la adquirió, la desmanteló y la sustituyó por autobuses fabricados precisamente por esa empresa.
Joseph Stiglitz
A veces demasiada bebida apenas es suficiente.
Mark Twain
Nos impulsaban las olas livianas, y el viejo océano sonreía con el peso del amor y la esperanza puestos a su recaudo; amansando con delicadas caricias sus llanuras tempestuosas, el sendero se allanaba apara nosotros.
Mary Shelley
De la escarcha no olvides jamás el gusto a soledad.
Matsuo Basho
A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batalla.
Napoleón Bonaparte
Yo niego los conceptos que no manan de la fuente del corazón.
Nazik al Malaika
Si yo gano, es preciso que, por haber ganado, me entregues los honorarios; si tú ganas, por haberse cumplido la condición, también deberías pagarme.
Protágoras
El celo de las mujeres es el amor.
Valérie Tasso
Los aspectos aparentemente negativos de la existencia humana, y sobre todo aquella trágica tríada en la que confluyen el sufrimiento, la culpa y la muerte, también puede transformarse en algo positivo, en un servicio, a condición de que se salga a su encuentro con la adecuada actitud y disposición.
Viktor Frankl
Inicialmente, los enfermos creen conocer la causa de sus dolencias y justifican su visita al psiquiatra. Ellos se auto engañan a través de la valiente voluntad que les impulsa a venir. En la segunda visita ya se manifiesta el valor real de la voluntad y empiezan a entender la naturaleza incierta de esta.
Yukio Mishima