En la sociedad donde vivimos, un adolescente instalado en la convicción de su nulidad es una presa.
Daniel Pennac
La mentira se descubre por los ojos, yo muchas veces mentía.
Augusto Pinochet
¡Contra la injusticia y la impunidad! Ni perdón ni olvido.
Bertolt Brecht
Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos.
Carl Gustav Jung
Sí, Londres, ya sabes: pastel de riñones, taza de té, mala comida, peor clima y esa Mary Poppins de los cojones... Londres.
Dennis Farina
La pretensión ridícula de crear un poder social que asegurase directamente por sí mismo la fortuna, el bienestar y la felicidad de cada ciudadano, que sustituye la prudencia práctica e interesada de los ciudadanos por la muy discutible del gobierno; creía que ya era bastante con dar a cada ciudadanoluces y libertad.
Esperanza Aguirre
La nación vasca es una invención de la Historia que ha cuajado en la mente de unos fanáticos.
Gustavo Bueno
En el naufragio de la borrachera el amor propio es el único sentimiento que consigue mantenerse a flote.
Honoré de Balzac
No se le puede dar la mano a quien tiene el puño cerrado.
Indira Gandhi
El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.
Jacinto Benavente
Todos los silencios de la tierra son pétalos de tu flor.
Marguerite Yourcenar
Cuando usted puede azotar a cualquier hombre en el mundo, nunca se sabe paz.
Muhammad Ali
La distancia puede echarlo a perder todo, incluso las mejores intenciones.
Nicholas Sparks
Solo hay una forma de fomentar la lectura: prohibirla.
Pedro Santamaría
Su método de armonía era de una sumaria sencillez. Estableció tablas de acordes para todas las tonalidades posibles, con ayuda de las cuales cualquiera podía componer, sin esfuerzo, canciones a cuatro o cinco voces, y suscitó de este modo en la comunidad un verdadero frenesí de composición musical.
Thomas Mann
La felicidad es como una pluma, el viento la va llevando por el aire, vuela tan leve pero tiene vida breve, necesita que haya viento sin parar.
Vinicius de Moraes