Hay que ofrecer una solución. La crítica, como todo comentario útil, debe apuntar a una forma de resolver el problema.
Daniel Goleman
La ciencia viene, pero la sabiduría se demora.
Alfred Tennyson
Los cuervos devoran a los muertos y los aduladores a los vivos.
Antístenes
El secreto de la felicidad es darse cuenta de que la vida es horrible, horrible, horrible.
Bertrand Russell
No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años.
Edgar Allan Poe
Todo castigo es malicia; todos castigo en sí mismo es malo.
Jeremy Bentham
La gente puede decir todo lo que quiera, pero eso no podrá detenerte para cumplir tus sueños. Cuando tienes gente que te quiere y que le gusta lo que haces, o te dicen cosas como has cambiado o salvado su vida, nada más importa.
Justin Bieber
¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? -Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar, dijo el Gato. No me importa mucho el sitio, respondió Alicia. Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes, le contestó el Gato.
Lewis Carroll
En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción.
Marcel Proust
La verdad es como el agua filtrada, que no llega a los labios sino a través del cieno.
Mariano José de Larra
La música, este maravilloso lenguaje universal debería ser fuente de comunicación entre todos los hombres.
Pablo Casals
La risa proviene casi siempre de un sentimiento de desproporción entre las cosas que la originan y nosotros mismos o la Naturaleza. La complacencia lleva consigo una alegría continua o momentánea; la risa, una comezón burlona solamente.
Philip Sidney
No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos; sino que por no atrevernos ellas se hacen arduas.
Séneca
Nadie puede ganar de forma honesta un millón de dólares.
William Jennings Bryan
Así, la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes.
William Shakespeare
Una persona a la que consideráis amiga cuando todo te va bien, y que os da la espalda como un extraño en caso de enfermedad o de infortunio, no es más que un cobarde.
Yamamoto Tsunetomo