Eres un juerguista, por eso caes bien a todos.
Daniel Brühl
¡La hemos vuelto a hallar! ¿Qué? La Eternidad... Es la mar mezclada con el sol.
Arthur Rimbaud
No permaneces casado durante treinta y cinco años por puro caso.
Ashley Judd
Si nadie te garantiza el mañana el hoy se vuelve inmenso.
Carlos Monsiváis
Siéntome junto a mi hogar solitario y elevo mis súplicas pidiendo al cielo un poco de sereno juicio: tranquilidad para recordar o valor para olvidar.
Charles Hamilton Aide
Si te pide el pobre, no digas que le diste, sino que le pagaste, que el pobre que pide al rico lo que le falta y a él le sobra, mandamiento trae, a cobrar viene.
Francisco de Quevedo
Nuestro deseo, nuestra voluntad de saber, deben ser para ella un suplicio más. ¿Quién nos asegura que, si nos enteramos, el hecho de conocer su misterio no sea el comienzo de un drama más espantoso que los que ya se produjeron aquí?
Gastón Leroux
Me parece que el avance de la civilización no es más que un ejercicio en la limitación de la intimidad.
Isaac Asimov
El temor siempre enmienda, el temor expulsa el pecado, el temor reprime el vicio, el temor hace al hombre docto y solícito.
Isidoro de Sevilla
Decir que pagaron para ver a 22 mercenarios dar patadas a un balón es como decir que un violín es madera y tripa, y Hamlet, papel y tinta.
J. B. Priestley
¿Cómo un corazón esclavizado ha de mostrar que se somete voluntariamente a su servidumbre, si cohibido por el destino, carece de toda elección posible?
John Milton
El reconocimiento y la aceptación constituyen un alimento profundo para el alma y una puerta abierta a la bondad que nos conecta directamente con el corazón del otro.
Jon Kabat-Zinn
Luchemos por cosas lo bastante grandes para que nos importen, y lo suficiente pequeñas para poder ganarlas.
Jonathan Kozo
Si hubo cohecho o no hubo cohecho eso no invalida el número de votos que fueron depositados a favor de la corrupción... (digo) de la reelección.
Juan Manuel Santos
Cuando se es feliz, queda mucho por hacer: consolar a los demás.
Jules Renard
Encantadora mía, ten dulzura, dulzura... Calma un poco, oh fogosa, tu fiebre pasional; la amante, a veces, debe tener una hora pura y amarnos con un suave cariño fraternal.
Paul Verlaine