No es la contaminación la que esta dañando el ambiente. Son las impurezas en nuestro aire y nuestra agua las que lo están haciendo.
Dan Quayle
Le dijo que al final del día su cerebro o su firma estarían en ese contrato.
Al Pacino
El buen juez no ha de torcer las leyes a su condición, sino torcer su condición conforme a las leyes.
Antonio de Guevara
El autor que ha alcanzado fama corre peligro de verla disminuir, tanto si se sigue escribiendo como si deja de hacerlo.
Ben Jonson
La guerra no excluye la paz. La guerra tiene sus momentos apacibles. Satisface todas las necesidades del hombre, comprendidas las pacíficas. Estamos organizados así, si no la guerra sería inviable.
Bertolt Brecht
Las perfecciones de la Naturaleza la muestran como una imagen de Dios; sus defectos prueban que es solamente una imagen de Él.
Blaise Pascal
Como la lluvia penetra en una casa con mal tejado, así el deseo penetra en el corazón mal entrenado.
Buda Gautama
La música es mi brazo, mi motor, mi combustible y soledad.
Elis Regina
El trabajo es el padre de la gloria y de la felicidad.
Eurípides
La muerte es un refugio delicioso para los hombres cansados.
Heródoto
Las circunstancias hacen a los hombres hábiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles.
Mariano José de Larra
No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.
Napoleón Bonaparte
De aquellos polvos vienen estos lodos.
Proverbio
Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada.
Salvador Allende
Para que un hombre descubra al patriota que hay en él, a veces basta con sembrar el descontento y propalar noticias de tramas ocultas, peligrosas influencias, violaciones de derechos o usurpaciones encubiertas.
Samuel Johnson
Cándidas y desprovistas de vanidad, por entonces todavía teníamos nuestra propia estima. Nos sentíamos a gusto en nuestro pellejo, gozábamos con las informaciones que nos transmitían nuestros sentidos, admirábamos nuestra mugre, cultivábamos nuestras cicatrices y no podíamos comprender aquella indignidad.
Toni Morrison