Dulce, dulce amor mÃo incógnito, 45 años hace ya que te amo.
Dámaso Alonso
Quizá el amor sea simplemente eso: el gesto de acercarse y olvidarse. Cada uno permanece siendo él mismo, pero hay dos cuerpos que se funden.
Antonio Gala
Lo esencial para ser feliz es mantener siempre bien colmado el corazón, incluso de dolor. SÃ; incluso de dolor, y aun el dolor más amargo.
Auguste Comte
Si queremos en realidad ganar la guerra contra el terrorismo, la gente debe estar preparada para aguantar el sacrificio y aún, si ocurriera la pérdida de una persona amada, dolor inconmensurable.
BenjamÃn Netanyahu
Todos necesitamos de todos, siempre fue asà y siempre será asÃ.
Carlos Fuentes
Por lo demás, el Dios que todo lo ve, el Dueño de los espÃritus y Señor de toda carne, el que escogió al Señor Jesucristo y a nosotros por Él para pueblo peculiar suyo, conceda a toda alma que invoca su magnÃfico y santo nombre, fe, amor, paz, paciencia, longanimidad.
Clemente de Roma
¿Quieres mirarme ahora a los ojos y decirme que me quieres?
Daphne du Maurier
Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son auxiliares inconscientes de la corrupción y desgracia de los pueblos.
Eloy Alfaro
Tú no puedes morir tanto como has vivido.
Ivan Malinowski
No hay mal en el mundo sin remedio.
Jacopo Sannazaro
Cuando no sale el mono sale el perro que llevamos dentro a veces ladro otras muevo el rabo si estoy contento.
Kase.O
Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranÃa aplicada a los asuntos del amor.
Marcel Proust
Lo que para un oficial es el honor, para el campesino la propiedad, es para el comerciante el crédito.
Rudolf von Jhering
Los compromisos con nosotros mismos y con los demás y la integridad con que los mantenemos son la esencia de nuestra proactividad. Allà también reside la esencia de nuestro crecimiento.
Stephen Covey
La vida es una escuela de probabilidad.
Walter Bagehot
El primero que alaba convenientemente un buen libro, alcanza, después de su autor, el segundo lugar en el mérito de la obra.
Walter Savage Landor