Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.
Dalai Lama
La conciencia del ridículo suele ser más molesta que la conciencia del pecado.
Amado Nervo
Un despojo de una guerra que, como casi todas las guerras, se peleaba en nombre de Dios y de la patria para hacer más poderosos a hombres que ya lo eran demasiado antes de provocarla.
Carlos Ruiz Zafón
Creyendo lo peor, casi siempre se acierta.
Francisco de Quevedo
Confesamos nuestros pequeños defectos para persuadirnos de que no tenemos otros mayores.
François de La Rochefoucauld
No me gustan los contenciosos. No por virtud, sino porque me cansan, tanto si son justificados como si no.
Fred Vargas
Los intelectuales aborrecen la tele debido a su propia ignorancia.
Gustavo Bueno
La vida eterna no es la vida futura; es la vida en el orden, la vida en Dios.
Henri-Frédéric Amiel
Soy el hombre de la libertad, esa es toda la fortuna que tengo.
Jim Morrison
Queremos que el espíritu religioso, clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado y amparado como merece, sin que por eso el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias ni comparta -como lo hacía, tal vez por otros intereses que los de la verdadera Religión- funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo.
José Antonio Primo de Rivera
El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar.
José Ortega y Gasset
En primer lugar pediros disculpas por si en algún momento me paso al valenciano, pero es mi lengua materna y tengo ese defecto. Si lo hago, me perdonáis, ¿eh?
María José Català Verdet
El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí misma.
Martín Lutero
La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.
Miguel de Cervantes
Aunque incluso en lo más oscuro de la noche, la promesa de un amanecer me atrae.
Sarah Paulson
Pasó por delante de la vida tímidamente, como si le dijese el presentimiento que el menor contacto de esos dos mundos, el suyo y el de otros, sólo podía engendrar dolor.
Théophile Gautier