Todas las grandes religiones son básicamente lo mismo, ya que todas buscan la paz mental y la bondad, pero es muy importante practicar esto en nuestra vida diaria. No únicamente en la iglesia o el templo.
Dalai Lama
Vigila tu vida y no renuncies por nada a tu albedrío; no imites a esos malos comediantes que sólo pueden cantar en el coro. El hombre es un aprendiz, y el dolor es su amo.
Alfred de Vigny
Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tanto en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos.
Arthur Miller
Los recuerdos son peores que las balas.
Carlos Ruiz Zafón
El sargento es el ejército.
Dwight D. Eisenhower
El Hombre no es gran cosa junto a las grandes aves y las fieras. Con todo, preferiría ser esa bestia que está allá abajo en las tinieblas del mar.
Ernest Hemingway
Lo que mueve a los genios, lo que los inspira no es una nueva idea, sino la obsesión con una idea que no fue trabajada lo suficiente.
Eugène Delacroix
Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.
Federico García Lorca
Los que amamos la verdad no tememos el agua turbulenta ni sucia. ¡Lo que tememos es el agua poco profunda!
Irvin D. Yalom
Si el conocimiento crea problemas, no es a través de la ignorancia que podamos resolverlos.
Isaac Asimov
¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes que no despedirán jamás la primavera!
John Keats
¡Sé valiente! No te niegues a cortar todo lo que, aunque sea levemente, cause dolor a quien tanto te ama.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Alguien puede bajarla por favor? Muchas gracias, muy amables...
Marcelo Araujo
Dijeron que los oficiales amaban al pueblo. Entonces, ¿Por qué trataban a la gente como si fueran sus enemigos? Los gravosos impuestos y los aranceles cobrados por debajo de la mesa, como bestias abominables, obligaron a los campesinos a dirigirse a las colinas.
Mo Yan
La inteligencia es una luz que ilumina la simetría de las cosas más bien que la simetría misma.
Plotino
En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderas.
Proverbio