No puedes comparar un Ferrari y un Porsche porque llevan diferentes motores.
Cristiano Ronaldo
Así como cuando vivía Jesús iba usted, ¡Oh Madre!, con el cántaro sobre la cabeza a sacar agua de la fuente, venga ahora a tomar agua de la gracia y tráigala, por favor, para nosotros que tanto la necesitamos.
Alberto Hurtado
Sé responsable. Responsabilidad es saber qué hacer y qué no. La gente se destaca cuando tiene palabra y cumple con lo que promete. Deben creer en ti: que tu sí sea sí y tu no sea no.
Bernardo Stamateas
José Mourinho es el mejor del mundo.
He rechazado papeles en películas quedespués se han demostrado verdaderos éxitos.
Ewen Bremner
El concepto de justicia social es por fuerza un concepto vacío y carente de significado, porque en él no hay ninguna voluntad que pueda determinar los ingresos relativos de las distintas personas, o evitar el hecho de que dependan en parte de la casualidad.
Friedrich Hayek
El eterno femenino nos impulsa hacia arriba.
Goethe
Lo que siguió entonces fue una exhaustiva comparación de detalles y un momento de pavoroso silencio cuando el detective y el científico llegaron a la conclusión de la práctica identidad de la frase común a aquellos dos rituales diabólicos pertenecientes a mundos tan diferentes y distantes entre sí.
Howard Phillips Lovecraft
Tengo razones médicas, científicas, humanas, amorosas, políticas, para mantenerme al frente del Gobierno y de la candidatura con más fuerza que antes.
Hugo Chávez
Los hombres son como los dados, se lanzan en la partida de la vida.
Jean-Paul Sartre
Los que piden merced sin merecerla, merecen ser despachados mal y tarde.
Joaquín Setantí
La bonanza económica global es ficticia y su inminente colapso es por la falta de ética.
Luis Zapata B.
El misterio de la vida es la conexión entre nuestros errores y nuestros infortunios.
Madame de Staël
Nunca desistas de tus sueños. Sigue las señales.
Paulo Coelho
Que la juventud escoja su propio camino, pero algunos consejos le serían útiles.
Pearl S. Buck
Aunque el hombre puede disimular sus crímenes bajo una apariencia orgullosa, el rostro de una mujer desgraciada es el único libro en que están escritos sus pecados.
William Shakespeare