Ser desconocido de los hombres, y no cuidarse de ello, he aquí lo que es propio del sabio.
Confucio
La posibilidad de manipular las opiniones y sentimientos de las masas, descubierta en un principio por lo publicitarios, está siendo explotada ahora con mayor agresividad por una nueva generación de Maquiavelos.
Al Gore
Ni luce antigua nobleza con la moderna mancilla.
Alonso de Barros
En aquel tiempo, cualquier cosa en la corte de ese reyjoven, simpático, mujeriego, piadoso y fatal para las pobres Españas que fue el buen don Felipe Cuarto podía ser comprada con dinero; hasta las conciencias. Tampoco es que hayamos cambiado mucho desde entonces.
Arturo Pérez-Reverte
Los sueños son renovables. No importa cual es nuestra edad o condición, siempre hay inexploradas posibilidades dentro nuestro y nueva belleza esperando nacer.
Dale Turner
Buscad la felicidad haciendo el bien, teniendo siempre presente que no hay más que una sola virtud: la justicia, y un solo deber: hacerse feliz.
Denis Diderot
Instinto es una acción intencional y sin conciencia de la finalidad.
Eduard von Hartmann
Solo cuando me miras, soy.
Elísabet Benavent
El genio, agudeza y espíritu de una nación describen lo sus refranes.
Francis Bacon
La gentileza de morir comprende.
Giacomo Leopardi
Tengo la sabiduría del condenado a muerte: No tengo cosas que me posean.
Mahmud Darwish
Pronto voy a ser viejo y he hecho algo valioso en este mundo por falta de tiempo. Siempre tengo miedo de que voy a ser senil antes de que haya terminado lo que he emprendido.
Paul Gauguin
Siempre tengo que caer de nuevo.
Ray Kroc
El desarrollo de la tecnología pone en crisis el principio mismo de la empresa privada, pues sólo unas cuantas gigantes están en condiciones de disponer de las inmensas sumas de capital necesarias para utilizar dicha tecnología.
Santiago Carrillo
Yo les digo a las mujeres que traten de no deprimirse, porque la depresión es la peor enemiga del amor. Y sin amor, no hay vida.
Tita Merello
El buen gusto estaba fuera de lugar cuando se trataba de la muerte, que constituía la esencia del mal gusto.
Toni Morrison