El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
Confucio
El abuelo se duerme en el sillón, su nieto lo mira... y se ríe.
Amaia Montero
... las leyes reveladas por Dios a Moisés no fueron otra cosa que el derecho particular del Estado hebreo y que, por tanto, ningún otro tenía obligación de aceptarlas, y que incluso ellos mismos sólo estaban sujetos a ellas mientras durara su Estado.
Baruch Spinoza
Es una ley general que las civilizaciones decaen, menos cuando entran en contacto con otra civilización extraña superior.
Bertrand Russell
Si gano un torneo, lo hago por mí mismo. Yo juego. Nadie me ayuda.
Bobby Fischer
Él no me conviene y yo no le convengo a él. ¿Cómo vamos a conseguir que esto funcione? La idea de no volver a verlo casi me ahoga... mi cincuenta sombras.
Erika Leonard
Pretender hacer ciertas cosas inciertas mediante la razón, es como intentar volverse cuerdamente loco.
Irvin D. Yalom
Necesitan a un hombre para sentirse seguras y no se dan cuenta que lo único que hay que temer es a los mismos hombres.
Isabel Allende
Yo os ruego que os defendáis, en la milicia de la vida, contra la mutilación de vuestro espíritu por la tiranía de un objetivo único e interesado. No entreguéis nunca a la utilidad o a la pasión sino una parte de vosotros.
José Enrique Rodó
La rebelión sentimental de las masas, el odio a los mejores, la escasez de éstos -he ahí la razón verdadera del gran fracaso hispánico.
José Ortega y Gasset
Soy un burguesito ciego a todo lo que pasa más allá de la esfera de lo estético.
Julio Cortázar
Historia en el más amplio sentido del término, es la totalidad de la experiencia humana.
Ludwig von Mises
No se puede comprar, pero tiene un precio -dijo Oryx-. Todo tiene su precio.
Margaret Atwood
El juego es vital para el niño; favorece su desarrollo y su maduración; aprenden a pensar, crear, imaginar, razonar, "trabajar en equipo", ayudar a sus compañeros, buscar soluciones difíciles... Les enseña a saber ganar y a saber perder, a disfrutar y a sentir...
María Jesús Álava Reyes
No juzgues a nadie antes de haber vivido en sus propias circunstancias.
Talmud
La dulce piedad es el símbolo de la verdadera grandeza.
William Shakespeare