En general los hombres aman más la belleza corporal que la virtud.
Confucio
No puede ser hermoso lo que es grave.
Antón Chéjov
No se trata de añadir años a la vida, sino de dar vida a los años.
Antonio Gala
La prueba es el ídolo por el cual el matemático se desespera.
Arthur Stanley Eddington
La ciencia nunca habría logrado muchos progresos, si no hubiera encontrado obstáculos desconocidos ocultos en cada esquina.
No cesar nunca de aprender y actuar de modo que aumente siempre aquello que sabes: raramente la sabiduría es fruto sólo de la vejez.
Catón
Antiguamente, cuando las fortunas se hacían en la guerra, la guerra era un negocio; ahora que las fortunas se hacen en los negocios, los negocios son una guerra.
Christian Nestell Bove
El verdadero objeto de la ciudad es hacernos desear el campo.
Eduardo Marquina
Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son auxiliares inconscientes de la corrupción y desgracia de los pueblos.
Eloy Alfaro
La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.
Franklin D. Roosevelt
No tengo objeciones contra la religión de nadie, sea cual sea, mientras esa persona no mate ni insulte a ninguna otra persona porque ésta no cree también lo mismo.
Herman Melville
Al que no posee demasiados bienes se le puede llamar, con razón, feliz.
Horacio
Democracia sin moral es imposible.
Jack Kemp
Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Julio Cortázar
La muerte iba a ser mi gloria, pero el destino me la ha negado.
Pierre Corneille
Yo conozco al pueblo: cambia en un día. Derrocha pródigamente lo mismo su odio que su amor.
Voltaire