Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.
Confucio
Amor que no es celoso, no es amor.
Anónimo
... el primer cuerpo es uno distinto de la tierra, el fuego, el aire y el agua, llamaron éter al lugar más excelso, dándole esa denominación a partir del hecho de desplazarse siempre por tiempo interminable.
Aristóteles
La constancia y el estudio hacen a los hombres grandes, y los hombres grandes son el porvenir de la Patria.
Benito Juárez
En la sociedad madrileña, la más amena del mundo porque ha sabido combinar la cortesía con la confianza, hay algunos Pepes, Manolitos y Pacos.
Benito Pérez Galdós
Amar significa verte a ti mismo.
Czeslaw Milosz
El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
Gilbert Keith Chesterton
La sociedad existe para el beneficio de sus miembros, no los miembros para beneficio de la sociedad.
Herbert Spencer
Nunca odies una canción que vendió medio millón de copias.
Irving Berlin
Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted que hace?
John Maynard Keynes
Le dijimos que trataríamos de retener sus palabras. Nos dijo: Quiero que todos me miréis al tiempo que se erguía ante nosotros. Añadió que si no teníamos de qué avergonzarnos, podríamos mirar a la gente a la cara. Por último, exclamó: Hijos míos, os devolveré a vuestros hogares.
Manuelito
Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, reclinaré, jugando con tus bucles espesos, sobre tu núbil seno mi frente soñolienta, sonora con el ritmo de tus últimos besos.
Paul Verlaine
Las obras de conocimiento deben ser libres, no hay excusas para que no sea así.
Richard Stallman
La llanura es bella y terrible, a la vez; en ella caben holgadamente, hermosa vida y muerte atroz.
Rómulo Gallegos
Las cadenas de un hábito no se sienten; las adquirimos con mucha facilidad, más después nos cuesta mucho romperlas.
Samuel Johnson
Los tacones y las aureolas ayudan a los enanos a crecer.
Valeriu Butulescu