Yo quisiera ¡y no puedo! Ser como son los otros, los que pueblan el mundo y se llaman humanos: siempre el beso en el labio, ocultando los hechos y al final... El lavarse tan tranquilos las manos.
Concha Méndez
Sin orden jurídico estable y permanente, estamos frustrando el porvenir de la patria.
Arturo Umberto Illia
Es grande locura por parte del marido exigir de su mujercastidad, cuando él está encenagado en los vicios; el marido debe mantenerse en el mismo estado que quisiera para su mujer.
Brantôme
Hay que buscar el buen equilibrio en el movimiento y no en la quietud.
Bruce Lee
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.
Cardenal Richelieu
Haz lo que consideres honesto, sin esperar ningún elogio; acuérdate de que el vulgo es un mal juez de las buenas acciones.
Demófilo
La historia de los hombres libres nunca fue escrita por casualidad sino por elección; ¡su elección!
Dwight D. Eisenhower
En los corazones de los hombres más temerarios hay cuerdas que no se dejan tocar sin emoción.
Edgar Allan Poe
El fútbol es la única religión que no tiene ateos.
Eduardo Galeano
Hay herramientas de pensamiento tan romas que no sirven casi para nada, otras de filo tan aguzado que se vuelven peligrosas. Pero el hombre sabio hará uso de ambas.
Gregory Bateson
Si usted quiere saber de verdad en qué se basa la Tierra Media, le diré que en mi asombro y deleite ante la tierra tal como es, particularmente, la tierra natural.
J. R. R. Tolkien
Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que lo enfurezca más.
Oscar Wilde
A veces tu alegría causa tu sonrisa, pero también hay veces en las que tu sonrisa puede causarte alegría.
Thich Nhat Hanh
Amo más al ratón Mickey que a cualquier mujer que haya conocido.
Walt Disney
Aquél que afirma que la vida es bella y los hombres buenos es, o bien un imbécil, o bien uno del que deberías tener mucho cuidado.
Walter Serner
La intensidad de la indignación, el grado de inflamabilidad y la inclinación a la violencia son factores que tienden a incrementarse cuanto mayor es el tamaño y la densidad de la multitud concentrada... En cuanto se produce la condensación adecuada, hasta los individuos más moderados y pacíficos pueden amalgamarse y cuajar en una multitud enfurecida.
Zygmunt Bauman