Entre los que son igualmente malos no hay paz si no es la impuesta por el miedo de alguno que es peor.
Concepción Arenal
Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño?¡Quién sabe si despertó!
Antonio Machado
Para que tu tristeza muda no oyese mis palabras, te hablé bajito.
Antonio Porchia
La comida es uno de los grandes placeres de la vida, y casi una religión para los países mediterráneos.
Armando Rodera
Que vuestra visión abarque al mundo en lugar de limitarse a vuestro propio ser.
Baha'ullah
El Estado más violento será, pues aquel en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que piensa, y será, en cambio, moderado aquel en que se concede a todos esa misma libertad.
Baruch Spinoza
Todo el placer de los días está en sus amaneceres.
François de Malherbe
Los alemanes, y no sólo ellos, poseen el don de hacer inaccesibles las ciencias. Nada alegraba tanto a los alemanes de los viejos tiempos como el hecho de que nadie tuviera que obedecer a nadie.
Goethe
El atletismo vocal de un divo de ópera no tiene más importancia que el atletismo muscular de un héroe de halterofilia.
Gustavo Bueno
En verdad, la política exterior es la guerra, en el sentido de que no existe política exterior plausible si no comporta la amenaza de una guerra.
Jean-François Revel
Si me hubieran hecho objeto sería objetivo, pero me hicieron sujeto.
José Bergamín
Como se pierden las barcas, ¡ay de mí! Como se pierden las nubes y las barcas, me perdí. Y pues nadie me lo pide, ya no tengo corazón. ¿Quién me compra una naranja para mi consolación?
José Gorostiza
Más le temo a la pobreza que al bacilo de Koch.
Rudolf Virchow
Evita los amigos y protectores ricos y necios. A poco que los trates, te verás convertido en su amanuense o en su lacayo.
Santiago Ramón y Cajal
Si yo pudiera amar con reglas matemáticas, si todo fuera un cálculo elevado a nuestras lágrimas.
Shinoflow
El dinero no te hará feliz por si mismo, pero todo el mundo lo quiere descubrir por si mismo.
Zig Ziglar