El enfermo de amor, el traicionado y el celoso tienen el mismo olor.
Colette
No le pida nunca nada a la vida. Espere... y algún día la vida le dará una sorpresa maravillosa.
Alejandro Casona
Él (Moriarty) es el Napoleón del crimen.
Arthur Conan Doyle
¿Por qué regresa uno? ¿Por la revolución? ¿Por este modo que tenemos de querernos sin decirlo? ¿De caminar como guapeando y mirar con melancolía?
Eduardo Galeano
Aconsejar a otros, y desatender su propia seguridad, es insensato.
Fedro
Si a la larga somos los artífices de nuestro propio destino, a corto plazo somos cautivos de las ideas que hemos engendrado.
Friedrich Hayek
Dadme un estío más, oh poderosas, y un otoño, que avive mis canciones, y así, mi corazón, del dulce juego saciado, morirá gustosamente.
Friedrich Hölderlin
Los mismos afanes y esfuerzos se producen en una pequeña ciudad que en el gran teatro del mundo.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Jake, en tu vida vas a conocer a muchas personas muy talentosas, y no todas serán artistas. No todas tendrán el cerebro para saber cuándo insistir y saber... cuándo parar. Cuándo esforzarse y cuándo solo relajarse. La mayoría no tendrán ese equilibrio.
Greg Kinnear
Ni la sociedad, ni el hombre, ni ninguna otra cosa deben sobrepasar para ser buenos los límites establecidos por la naturaleza.
Hipócrates
Nada puede interponerse entre mí y la plena perspectiva de mis esperanzas.
Ian McEwan
Cuando estés equivocado en algo, admitilo crecerá la opinión que yo tengo de vos y de paso me enseñás a admitir también mis equivocaciones.
Jorge Bucay
Ciudadanos de Cataluña! ¡Ya estoy aquí!
Josep Tarradellas
Las ideas, por bondadosas que sean, no se imponen; se exponen, para que las acepten quienes las consideren ajustadas a la verdad.
Librado Rivera
Letras sin virtud, son perlas en el muladar.
Miguel de Cervantes
Creemos adivinar los sentimientos del otro, no podemos, por supuesto, nunca podremos. No tiene importancia. En realidad es la ternura la que me interesa. Ése es el don que me conmueve, que me sostiene, esta mañana, igual que todas las mañanas.
Raymond Carver