¡Qué maravillosa vida que he tenido! Ojalá me hubiera dado cuenta antes.
Colette
¡Maximo!¡Máximo!
Anónimo
Apenas te conozco y ya me digo: ¿Nunca sabrá que su persona exalta todo lo que hay en mí de sangre y fuego?
Carlos Pellicer Cámara
La verdad no demanda creencias. Los científicos no unen sus manos cada domingo, cantando: ¡sí, la ley de gravedad es real! Creo en mi corazón que todo lo que sube tiene que bajar. ¡Tendré fe! ¡Seré fuerte! ¡Amén! Si lo hicieran, pensaríamos que no están bastante seguros de ello.
Dan Barker
Ayer le vi en un partido, y me da pena que Zidane no juegue con nosotros.
Florentino Pérez
Diez yuntas de bueyes no atraen tanto como el pelo de una mujer.
Henry Wadsworth Longfellow
El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.
James Boswell
Extravagante vanidad es la de aquellos que, para mostrarse hombres de valor y de pecho, se ríen de sus propias desventuras, pues los sabios y prudentes no suelen sacar lágrimas ni risa de su contraria fortuna.
Joaquín Setantí
Porque a las cosas hay que darles siempre su final, Blanca, aunque sea doloroso. No es bueno dejar heridas abiertas.
María Dueñas
Un error no es algo que se determinará después del hecho, sino a la luz de la información disponible hasta ese momento.
Nassim Taleb
La luz no es una cosa que puede ser reproducido, sino algo que debe ser representado usando otra cosa... Colores.
Paul Cézanne
La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce.
René Magritte
Los primeros años del hombre deben reunir provisiones para los últimos.
Samuel Johnson
Para que el mal prospere, sólo requiere que los hombres buenos no hagan nada.
Simon Wiesenthal
Los hombres pueden preciarse de escribir honesta y apasionadamente sobre los movimientos de las naciones; pueden pensar que la guerra y la búsqueda de Dios son los únicos temas de la gran literatura; pero si la posición de los hombres en el mundo tambaleara por un sombrero mal escogido, la literatura inglesa cambiaría dramáticamente.
Virginia Woolf
La opinión es pura farsa; un hombre puede llevarla al derecho y al revés, lo propio que una chaqueta de ante.
William Shakespeare