A veces se siente más la angustia esperando un placer que sufriendo una pena.
Colette
El escritor es un hombre sorprendido. El amor es motivo de sorpresa y el humor, un pararrayos vital.
Alfredo Bryce Echenique
Siempre dije que no querÃa escribir sobre el amor, pero luego fui y lo hice de todos modos.
Amy Winehouse
Definir qué es lindo y qué es feo no es fácil. Las cosas son lindas y pueden ser al mismo tiempo horribles.
Clorindo Testa
Dios es la mejor broma de Dios.
Fernando Pessoa
En las cosas cruciales hay que tener unidad, en las cosas importantes hay que tener diversidad.
George Bush
Un idealista es una persona que ayuda a otra a ser próspera.
Henry Ford
No es necesario ser socialista para amar a Pertini. Cualquier cosa de las que diga o haga, huele a limpio, a lealtad y a sinceridad.
Indro Montanelli
La perfección es un ideal del ser humano que nunca llegará a alcanzar, porque el mismo es imperfecto.
Ismael DÃaz Lázaro
Los que se llaman Filósofos, no menos fanáticos en sostener sus opiniones, que el vulgo sus creencias vanas.
Juan Pablo Forner
La sabidurÃa es gris. En cambio, la vida y la religión son multicolores.
Ludwig Wittgenstein
No llamemos prudencia a la cobardÃa, al conformismo y a la comodidad.
LuÃs Espinal Camps
Soy la pesadilla de quienes quieren raperos borregos, el duelo del pueblo por presos a los que quiero, incorruptible cual bolchevique furioso, no puedo estar triste por la escoria que no soy. Me tatuaron en la boca kale borroka, mis ilusiones con la decadencia global chocan; el capitalismo está tan metido en las mentes, que será un proceso lento desgraciadamente.
Pablo Hasél
Cuando se quiere a una persona, hay que confiar en ella, no hay otra forma, tienes que darle la llave de todo lo que posees, ¿sino de qué sirve tu amor? Durante un tiempo yo creà vivir un amor de esa clase.
Robert De Niro
Educar es una palabra que puede ser bellÃsima y también puede ser horrible. Etimológicamente educare procede de ducere, es decir, de conducir: agarras a alguien por el cuello y lo llevas a donde te parezca. Muchos de nuestros textos de historia están hechos de esta manera.
Roberto Rossellini
Oigo mi corazón latir sangrando y siempre y nunca igual. Sé por quién late asÃ, pero no puedo decir por qué será
Xavier Villaurrutia