Sí quieres comprar mi mercancía Sígueme y sube las escaleras... Love for sale.
Cole Porter
Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca.
Gabriela Mistral
Humana cosa es tener compasión de los afligidos; y esto, que en toda persona parece bien, debe máximamente exigirse a quienes hubieron menester consuelo y lo encontraron en los demás.
Giovanni Boccaccio
La mayoría de la gente joven que consigue trabajo en grandes empresas se convierten en hombres de empresa. Yo quiero ser independiente.
Haruki Murakami
El poeta no es la poesía, como el grano no es la flor.
Honoré de Balzac
Sólo hay dos maneras de conseguir en el mundo: por la propia industria, o por la estupidez de los demás.
Jean de la Bruyere
¡Ay, nunca más sus labios, su lengua; nunca más su boca abrasada de cebolla cruda!
Jorge Amado
Juzgar los hechos amargos con sesgo optimista equivale a no habernos enterado debidamente de ellos.
José Ortega y Gasset
O vida segura, la mansa pobreza, dádiva santa desagradecida, rica se llama, no pobre, la vida del que se contenta vivir sin riqueza.
Juan de Mena
El software es como el sexo, es mejor cuando es libre gratis.
Linus Torvalds
La fortuna es redonda y cuenta lentamente Estrellas del estío. Hacen falta unos brazos seguros como el viento, Y como el mar un beso.
Luis Cernuda
¡Belleza, sí belleza! Pero la belleza no es eso, no es la del arte por el arte, no es la de los esteticistas. Belleza cuya contemplación no nos hace mejores no es tal belleza.
Miguel de Unamuno
Limpiaré Libia casa por casa si los manifestantes no se rinden.
Muamar el Gadafi
Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.
Nicolás Maquiavelo
La primera cosa que hago en la mañana es tomar mi cepillo de dientes y afinarme mi lengua.
Oscar Levant
Genio y figura hasta la sepultura.
Proverbio