El buen gusto hace bien a ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto.
Coco Chanel
Hay artistas que no somos golfas.
Anahí Puente
En todas las obras de Shakespeare, sin importar los trágicos eventos que ocurran, sin importar las alzas y las caídas, retornamos a la estabilidad en el final.
Charlton Heston
Todo irá bien; el tiempo lo pone todo en su sitio.
Christopher Paolini
Pueden llegar a morir muchas más personas en el África subsahariana, que las que murieron durante la II Guerra Mundial. Y aún los que sobrevivan pueden quedar afectados física o mentalmente para el resto de su vida.
Javier Pérez de Cuéllar
Los demás hombres son dueños de su fortuna; el avaro es esclavo de la suya.
Juvenal
Los líderes como Jesús son audaces, creativos y seguros porque conocen su identidad y tienen un sentido de llamado.
Lucas Leys
El Señor lava los pies del que duda.
Max Lucado
Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no la han de tener para acabar la paciencia.
Miguel de Cervantes
Toda mi vida he tenido que luchar, luché con mi padre, luché con mis tíos, luché con mis hermanos. Una chica no está segura en una familia de hombres, ¡pero nunca pensé que tendría que luchar en mi propia casa! Yo quiero a Harpo, Dios sabe que es verdad lo que digo, pero yo le mato antes que me ponga la mano encima.
Oprah Winfrey
El corazón sabe algo más porque me duele.
Roberto Jorge Santoro
De todas las cosas despreciables que existen, la más despreciable es un hombre que aparece como sacerdote de Dios y es sacerdote de su propia comodidad y ambiciones.
Thorstein Veblen
La excarcelación no es la libertad. Se acaba el presidio, pero no la condena.
Victor Hugo
Sólo puede realizarse a sí mismo en la medida en que se olvida a sí mismo, en que se pasa por alto a sí mismo.
Viktor Frankl
Te quiero entrañablemente, mi niño, y pienso cuánto más aún te querré luego. Juanito mío, sé valiente y vamos a hacer los dos lo mejor por el porvenir. No precipites nada. Trabaja firme pensando en el porvenir y no vengas más que en el momento menos inoportuno para tu trabajo.
Zenobia Camprubí Aymar
Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño. Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.
Zygmunt Bauman