Consejo: nunca dejen que cosas sin sentido o cosas que no se pueden arreglar les ocupen porcentaje de materia gris.
Cielo Latini
Todas las comunidades se dividen en los pocos y los muchos. Los primeros son los ricos y los otros son masa del pueblo.
Alexander Hamilton
Muchas personas desperdician a diario minutos y horas de su tiempo tratando de descalificar a todos aquellos que se encuentran a su alrededor.
Bernardo Stamateas
Claro que hay otra forma de espantar el miedo. Consiste en pensar: A mí esto que me asusta no me va ni me viene, algo así como ver lejos lo que le está dando a uno miedo, para que se desdibuje.
Carmen Martín Gaite
Estar cansado no es lo mismo que ser rico, pero la mayoría de las veces es lo más parecido que hay.
Chuck Palahniuk
El mundo está lleno de supuestos rebeldes que lo único que desean en el fondo es que les castiguen por ser libres, que algún poder superior de este mundo o de otro les impida quedarse a solas con sus tentaciones.
Fernando Savater
Hacen falta dos para decir la verdad; uno que hable y otro que escuche.
Henry David Thoreau
Toda fuerza ejercida sobre un cuerpo es directamente proporcional a la aceleración que experimentara.
Isaac Newton
Siempre se habla de cuánto una ama, pero rara vez se menciona cuándo una ha sido amada.
Isabel Allende
¡Varo, devuélveme mis legiones!
Julio César
La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
Lao-Tse
¿Cómo se mejora un argumento? Mejorar o espesar un argumento consiste en crearle complicaciones al héroe o quizás a sus enemigos. Estas complicaciones tienen efecto cuando cobran forma de acontecimientos inesperados. Si el escritor es capaz de espesar el argumento y sorprender al lector, lógicamente, la trama mejora.
Patricia Highsmith
Mis mayores éxitos fueron producto de decisiones que tomé cuando dejé de pensar e hice sencillamente lo que me parecía correcto.
Patrick Rothfuss
Te quejas de las censuras de tus maestros, émulos y adversarios, cuando debieras agradecerlas. Sus golpes no te hieren; te esculpen.
Santiago Ramón y Cajal
Mi nombre, en aquel entonces, era Susan Trinder. La gente me llamaba Sue. Sé en qué año nací, pero durante muchos años no supe la fecha, y celebraba mi cumpleaños en Navidad. Creo que soy huérfana. Sé que mi madre ha muerto. Pero nunca la vi, no era nadie para mí.
Sarah Waters
Soy la marea eterna de noche y día en tus ojos que la luz creó y que volvió a crear la luz y le dio contenido.
William Heinesen