Tropezar dos veces en la misma roca es una desgracia proverbial.
Cicerón
Algunos profesores, esos que dicen aleshores y gairebé son unos gilipollas. A esos que querrían ponernos a nosotros con la cabeza boca abajo no vamos a darles el gusto. ¡Vamos a rematarlos, vamos a rematarlos!
Alfonso Rus Terol
Pues esta España que decimos tal es como el Paraíso de Dios.
Alfonso X el Sabio
En el Estado puede gobernar más de uno; pero en la familia, uno solo.
Aristóteles
En la belleza natural, la belleza es externa al pensamiento, en arte la belleza es interna a la obra.
Arthur C. Danto
Me encantaba subir a causa de la libertad, y con el tiempo y el espacio. Recuerdo que viene de Everest por última vez, pensando en papá y deseando que él podría haber visto lo que vi. Él le habría encantado.
Bear Grylls
La generosidad sufre con las desgracias ajenas, como si ella fuera la responsable.
Cesare Cantù
¡Cuantas injusticias cometemos, para ser justos una vez!
Elias Canetti
Al pan lo trae la verdad y a todo lo que necesitas. El mañana no interesa. El traerá nueva experiencia porque a cada día le basta con su propio afán.
Facundo Cabral
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
Goethe
Sobre el instante en que se decide el destino interior de un hombre siempre se expande una oscuridad, como sobre un misterio sagrado.
Hermann Hesse
Escriba porque es el único medio para usted de hacer de esa minúscula cosa insignificante que llamamos vida una experiencia válida y gratificante.
Joël Dicker
La idea de la verdad, que se mide por un consenso verdadero, implica la idea de la vida verdadera. Podemos también afirmar: incluye la idea de la emancipación.
Jürgen Habermas
Para conseguir el idealrevolucionario hace falta recurrir a medios muy radicales.
Mariano Moreno
Todo el mundo puede tener sentido común con tal de carecer de imaginación. Pero yo tengo imaginación, porque nunca veo las cosas como son.
Oscar Wilde
El amor es demiurgo, y el arte es amor puro que vibra intensamente al crear la belleza; temblor hecho de ansias, de alegría y tristeza...
Teófilo V. Méndez Ramos