La salud del pueblo está en la supremacía de la ley.
Cicerón
Cuando niegas a Dios, niegas la dignidad humana. Quien defiende a Dios, está defendiendo al hombre.
Benedicto XVI
Los salarios deben estimarse por su valor real, o sea por la cantidad de trabajo y de capital empleada para producirlos, y no por su valor nominal en abrigos, sombreros, dinero o maíz.
David Ricardo
Causan gracia los cristinistas que replican mi información con agresiones. Con lo que ellos ignoran se hacen las enciclopedias.
Jorge Asís
Hortaleza, porros y cerveza.
José María García
En la literatura o en cualquier otra actividad, hombres y mujeres tenemos que rescatar aquellos espacios, mal considerados femeninos, que el progreso ha devaluado por considerarlos improductivos. Esos espacios que te conectan con tu espíritu y con lo que en realidad eres. Hablo de ciertos rituales, como pueden ser el de la cocina o el bordado.
Laura Esquivel
La paz no se encuentra en ningún sitio salvo dentro de uno mismo. Uno puede estar en paz en plena guerra, ese es el gran secreto. La gente que cree que hay un sitio que te da paz está equivocada, la paz nace del corazón.
Mario Conde
Cuando nos fijamos en el hombre moderno, tenemos que enfrentar el hecho de que el hombre moderno sufre de un tipo de pobreza del espíritu, que se encuentra en marcado contraste con su abundancia científica y tecnológica.
Martin Luther King
Por norma, todas las religiones del mundo discriminan a las mujeres, bien situándolas en un incomprensible segundo plano o bien legitimando que puedan ser maltratadas y vejadas. Es algo realmente lamentable a lo que nadie parece querer encontrar una solución.
Matilde Asensi
El lujo está siempre en proporción con el desnivel de las fortunas.
Montesquieu
Tus risas a la multitud de las mujeres y tus lágrimas a quien no las quiere.
Paul Eluard
Ya casi no hay hombres buenos ni malos, ni traidores por vocación, ni envenenadores por capricho. Hemos descompuesto al hombre, al conjunto de mentiras y verdades que antes era el hombre y no sabemos recomponerlo. Nos falta el cemento de la fe divina o de la fe humana, para hacer con estos cascotes una cosa que parezca una estatua.
Pío Baroja
Fue el amor loco, el amor prudente: el amor.
Simone de Beauvoir
Somos nosotros los que escribimos nuestro propio destino. Nos convertimos en lo que hacemos.
Soong Mei-ling
Usted se sorprenderá cuando le diga que en los barrios más pobres de muchas ciudades donde vivimos y trabajamos, al abordar a las personas que viven en casuchas, lo primero que nos piden no es pan ni ropa, pese a que muchas se están muriendo de hambre y andan casi desnudas. Nos piden que les enseñemos la Palabra de Dios. La gente tiene hambre de Dios. Anhela escuchar Su Palabra.
Teresa de Calcuta
Comienza tu día con una sonrisa y luego supérala.
W. C. Fields