Del templo de la virtud se pasa al templo de la gloria.
Cicerón
En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.
Benjamin Franklin
Zizou ha sido el mejor jugador que vi nunca en un terreno de juego. Se movía en el campo como una bailarina. Verle en acción era un auténtico espectáculo. Para mí no ha habido otro como él.
David Beckham
No obstante, otros médicos y la opinión pública pretendían que el café era un anafrodisiaco, que era una bebida de castrados.
Fernand Braudel
Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser estimada y preciada es la mujer buena.
Fray Luis de León
El amor para que dure tiene que ser como el locro un poquitito de trigo un poquitito de todo.
Homero Manzi
Más difícil que encontrar un hombre justo en el Parlamento.
Horatio Nelson
... en consecuencia le hemos dicho al gobierno nacional que nos defina si tenemos el derecho de vivir o no en nuestro país.
Jaime Pardo Leal
Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.
José Martí
Luis Fernández ha hecho de este choque una guerra de perros. Yo sólo hablo de hombres, no de niños maleducados.
José Mourinho
Los cobardes mueren muchas veces, muchacho. Los valientes sólo una.
Juan Gómez-Jurado
Son mis amigos los héroes de toda una vida, dulce emoción que transpone la cruel realidad.
Miguel Abuelo
Una de las rectificaciones que pretendo en este trabajo, es demostrar que Bolívar no se opuso a la creación de Bolivia como Nación independiente. Y esta rectificación tiene mucha trascendencia para los bolivarianos y para los bolivianos.
Óscar Únzaga
Lo que te define como persona es intocable, no importa cuánto amor esté en juego y cuánto desamor anticipes.
Walter Riso
Está firme a mi lado, constancia; pon un fuerte maro entre mi corazón y mi lengua. Yo tengo el ánimo de un hombre, pero la voluntad de una mujer.
William Shakespeare
Es cierto que no eres muy alto, pero sí bastante feo. Pero yo soy lo suficientemente bajo y feo como para tener el mismo éxito con las mujeres. El secreto no era ser tú, sino ser yo.
Woody Allen