Ningún hombre debería tratar de obtener beneficio a costa de la ignorancia de otra persona.
Cicerón
El primero consigue la ostra, el segundo la concha.
Andrew Carnegie
Creo que la creatividad es espiritual.
F. Murray Abraham
No me interesan los problemas chiquitos, las pequeñas intrigas. Me interesan los problemas grandes.
Gustavo Gutierrez Merino
Transformar la dictadura en 'dicta-blanda' sería un error de consecuencias imprevisibles. Es justamente lo que el marxismo espera desde las sombras.
Jaime Guzmán
Y ¿no es extraño que el gran acontecimiento, el cambio radical en tu vida, consista en una especie de revelación interior? No se produce absolutamente ningún otro cambio, salvo que empiezas a ver las cosas de otro modo y tienes menos miedo y estás menos angustiada y te sientes más fuerte, como consecuencia.
Jonathan Franzen
Tal vez yo también había sido demasiado cauteloso para actuar con naturalidad y no cometer errores que me comprometieran. El exceso de precauciones y dudas puede terminar siendo perjudicial.
Kōbō Abe
Nosotros estamos tan de moda que ni siquiera podemos escapar de nosotros mismos.
Kurt Cobain
Espíritu de venganza, el deseo de resarcimiento, el odio, la maldad por la maldad son males absurdos y muy comunes, aunque al practicarlos no se obtenga ninguna ganancia.
Padre Gabriele Amorth
Somos tan diferentes en todo que corremos el riesgo de enamorarnos.
Paloma Bloyd
Viajar es el paraíso de los necios. A nuestros primeros viajes debemos el descubrimiento de que los lugares nada significan.
Ralph Waldo Emerson
La historia parece ser tan torpe.
Robert Underwood Johnson
Web Du Bois era de la opinión de que los negros debían quedarse en los países donde vivían, mientras que Garvey opinaba que todos los negros, estuviesen donde estuviesen, debían regresar a África.
Ryszard Kapuściński
El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento.
Séneca
Perder cinco o seis cuerpos no tiene ninguna importancia, pero sería una lástima perder el bote.
Takiji Kobayashi
Quien pronuncie el veredicto no será un juez divino, puro y misericordioso, ni un sabio tribunal supremo que mire por el bien del Estado y la sociedad, ni un hombre santo y justo, sino un ser miserable destruido por el poder del Estado totalitario. Quien pronuncie el veredicto será un hombre que a su vez ha caído, se ha inclinado, ha tenido miedo y se ha sometido.
Vasili Grossman