Quo usque tandem, Catilina, abutere patientia nostra.
Cicerón
Una mala a actitud es como un neumático bajo. No llegarás a ningún lado hasta que la cambies.
Anónimo
Estar árbol a veces, es quedarse mirando (sin dejar de crecer) el agua humanidad y llenarse de pájaros para poder, cantando, reflejar en las ondas quietud y soledad.
Carlos Pellicer Cámara
No sé a dónde voy de aquí, pero te prometo que no será aburrido.
David Bowie
Si queréis los mayores elogios, moríos.
Enrique Jardiel Poncela
La gente que escribe libros, rara vez son intelectuales. Los intelectuales son gente que hablan sobre los libros que han escrito otros.
Françoise Sagan
El buen gusto, la buena y sana crítica, el exacto y preciso estilo de hablar y escribir, el discernimiento de las doctrinas y opiniones, el amor a los buenos libros y el hastío y horror a los malos, penden casi del todo de este estudio -las Humanidades- preliminar, base y fundamento de todos los demás.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Para un escritor el éxito es siempre temporal, es siempre un fracaso.
Graham Greene
Ayúdame a hacerlo por mí mismo.
Maria Montessori
Pensar es el mayor error que un bailarín puede cometer. No hay que pensar, hay que sentir.
Michael Jackson
Si no ves la salida, no importa, mi amor, no importa. Vos, tirá. Tirá, tirá para arriba, tirá. No hay horas perdidas, no aflojes mi amor, no aflojes. Vos, tirá.
Miguel Mateos
La existencia, en tanto humana, no puede ser muda, silenciosa, ni tampoco nutrirse de falsas palabras sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo. Existir, humanamente, es pronunciar el mundo, es transformarlo.
Paulo Freire
Los que hoy te dan la espalda, mañana la vida los obligará a mirarte a los ojos.
Roque Valero
No hay más placer que los elogios de los sabios y capaces.
Selma Lagerlöf
No importa lo que está detrás de la máscara, sino lo que simboliza.
Subcomandante Marcos
Comprenderéis sin esfuerzo que es absurdo mantener, por medio de delatores y verdugos, la religión de un Dios al que los verdugos hicieron perecer. Es casi tan contradictorio como acaparar los tesoros de los pueblos y de los reyes en nombre de ese mismo Dios que nació y vivió en la pobreza.
Voltaire